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Noches

Trauma

La serie, lo serio

Huellas del Trauma

Sueños que despiertan[1]
Alicia Carlsen

En la vida nos encontramos con sueños que protegen el dormir, que mantienen la homeostasis y la pasión de la ignorancia; y sueños que despiertan, capturan un trozo de real. Un real que se hace presente como un efecto de real, que carece de sentido, límite de lo simbólico y lo imposible de figurar.

“Los sueños no son de los niños, ni de los adultos..sino del parlêtre”[2], y en esos sueños de niño se manifiesta de un modo directo, la dimensión del inconsciente real, eso imposible de soportar, que constituye un agujero y al mismo tiempo un exceso.

Un sueño despierta, se repite provocando angustia, sorpresa y pregunta acerca del saber que esconde. Se trata de una ola gigante que irrumpe… Igual sueño, en distintos analizantes, en cada uno va a tomar su sesgo singular. Sueño que da testimonio de la existencia de una letra de goce que marca el cuerpo de manera indeleble, determinando un modo de gozar y de estar en el mundo.

Es en un análisis y bajo transferencia, que este sueño recurrente de la infancia, va a ser sacado del buzón de las cartas sin leer, incluyendo al Otro que va a permitir que el ovillo del sujeto comience a desenredar. “A cualquier edad, en cualquier tiempo, el sueño permanece como la vía regia que puede conducir a ese rescate”[3]

El sueño es una interpretación dice Lacan, a diferencia de Freud, para quien es el analista quien interpreta- “el sueño interpreta el traumatismo inaugural, el momento en que el sujeto y el objeto coincidieron, su diferencia abolida.” Ese, su lado “ombligo”, muestra un agujero en el saber, un agujero que resuena y produce ondas[4].

“La posición del analista es decisiva…según elija la exigencia de goce o el tapón del placer”. Una sesión,” tiene como función escandir el encuentro siempre fallido con lo real, el que tiene lugar entre sueño y despertar”[5].

Para ello “hace falta un tiempo”, decía Lacan en Radiofonía, un tiempo circular, de dar vueltas, bordear el agujero. El tiempo de la topología, que no es un tiempo lineal, ni tampoco la ausencia de tiempo. El tiempo de saber cuál es el enredo con el sinthoma.

Sueño artificio, que altera la pendiente a la homeostasis propia de un sujeto irritado por lo real de su síntoma; el trauma, como acontecimiento de goce en un cuerpo vivo, perturba un orden y se hace necesario, transformar un goce en exceso en otro goce, más vivificante

Un despertar, percibir un nuevo sentimiento de vida. La experiencia de un goce en el cuerpo que funda la certeza de una vida que merece vivirse.

NOTAS

  1. Catel Fulgurante: “Trauma en la última enseñanza”. Cartelizantes: agano Marta, Ortolani, Bibiana, Alesanco, Maximiliano, Concaro Ana, Torres Mariana, Saavedra Nuria, Castro Noemi.Más Uno: Alicia Carlsen.
  2. Arzente, G. F., “Sueño y exorcismo”, ¿Con qué sueñan los niños?, Ed. Ned, 2020.
  3. Ibidem
  4. Brousse M -H.,“El artificio reverso de la ficción”, Intervención durante la Soirée de la AMP, en: https://congresoamp2020.com/es/articulos.php?sec=el-tema&sub=textos-de-orientacion&file=el-tema/textos-de-orientacion/19-09-11_el-artificio-reverso-de-la-ficcion.html
  5. Miller, J.-A., “Despertar”, Scilicet El sueño: su interpretación y su uso en la cura lacaniana, pp. 14-15, Bs. As.: Grama, 2020.