Lacaniana |
Número 14 |
El pase |
Comentario |
Eric Laurent Sobre esta reflexión impecable, impresionante que nos transmite Graciela (y después de haber escuchado a Romulo) uno ve lo que se necesita para ser un buen analista: tener una curiosidad inagotable. Y esto se ve tanto del lado de Romulo, un niño tan pero tan curioso, desde muy temprano interesado en todo lo que gira alrededor del halo materno, de dónde vienen los bebés… y todo lo que sigue después. Y del lado de Graciela, donde vemos una curiosidad efectivamente imparable desde las primeras escenas que marcan el umbral del pasaje al Otro. Esta curiosidad toma la forma de la pregunta. Estas preguntas en serie que se hace Romulo (y que nos sabe transmitir) y las preguntas también tormentosas que acompañan a Graciela. En ella, en este texto, hay dos registros de la pregunta... |