Colofón |
Número 19 |
Ciencia y locura |
Por Adriana Abeles Presentación "Ciencia y locura" es el tema que nos convoca en este volumen en el que tenemos el gusto de contar con un trabajo sobre la tesis sostenida en octubre de 2000 por Miquel Bassols en París VIII, y presentada ante un jurado constituido, entre otros, por Jacques-Alain Miller. Quisiera dejar desde el inicio dos interrogaciones abiertas: la ciencia con su saber en permanente renovación, en que el último paso destituye lo anterior, tiende a una infinitización en ese punto. Respecto de esto, ¿podría afirmarse que la locura es solidaria de la posición de infinitización de la ciencia? En segundo lugar, ¿sería posible ubicar la objetivación del sujeto como una locura de la ciencia? Contando con lo antedicho, consideremos la posición de nuestra práctica respecto de la ciencia, como una de las variables de las que depende la continuidad del psicoanálisis en el siglo XXI. A partir de la consideración de que esta posición intervendrá en el destino del psicoanálisis, es necesario revisar qué dejamos dicho al hacer referencia a la ciencia. A menudo hay una enunciación de rechazo en los trabajos psicoanalíticos; se usa a la ciencia y se la rechaza. Interroguemos el inconveniente de esta posición, ya que podríamos señalar que en este siglo - al igual que en el anterior - ordenado por la ciencia, como subrayaba Lacan en "Los complejos familiares", renegar de la ciencia es quedarse sin destino. Teniendo en cuenta que el real de la ciencia no es el mismo que el del psicoanálisis, podemos argumentar una vez más que el psicoanálisis no es una ciencia pero necesita tomar posición respecto de esta. Recordemos que, como indica Jacques-Alain Miller en El banquete de los analistas, "el psicoanálisis juega su partida esencial respecto de la ciencia, que es en el fondo su partenaire". Buenos Aires, abril de 2001 |