Serie "Testimonios y Conferencias" | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Estilos | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Las Referencias como Estilo | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Por Aníbal Leserre Bajo este título continuamos la perspectiva presentada en relación a la enseñanza de Lacan, situando la misma en los Escritos. De esta forma al ubicar las referencias en esa época de su enseñanza, podemos colocarlas bajo el título de Estilo. Valga como indicación que el leer una referencia sobre San Agustín, Hegel, etc., sea ésta una cita o la ubicación del autor (pensador) tiene obviamente un correlato: su obra y por así decir su ubicación en la historia de las ideas. Por lo tanto tenemos por un lado lo que la referencia implica en la historia del pensamiento, pero también lo que podemos llamar el uso que J. Lacan hace de la figura, la obra y el tema en cuestión. Subrayar el uso implica indicar sentidos y las significaciones a que aludimos con la palabra estilo. De lo dicho se desprende ya una conclusión (sin intención de generalizarla), se trata de que en esta lectura y ubicación de las referencias hay que superar la tentación reduccionista de ver en la referencia particular (Hegel, San Agustín, etc.) la causa o el fundamento como antecedente del pensamiento de Lacan. Encontrarnos, por lo menos en dos textos de los Escritos, la palabra estilo. En la "Obertura..." de esta recopilación (1966) y en "El psicoanálisis y su enseñanza" (1957). El primero comienza con la cita: "El estilo es el hombre mismo" y párrafos seguidos Lacan agrega bajo la forma de pregunta: "¿Suscribiríamos la fórmula: el estilo es el hombre, con solo prolongarla: el hombre al que nos dirigimos?". Lo que sería satisfacer el principio promovido por Lacan de que el mensaje nos viene del Otro bajo una forma invertida. Entonces plantea: "Pero si el hombre se redujera a no ser más que el lugar de retorno de nuestro discurso, ¿no nos regresaría la pregunta de para qué dirigírselo entonces?". En esta pregunta -según nuestra perspectiva- Lacan sitúa en el lector, a cada nuevo lector, indicando la argumentación de su presentación. Dice: "Le ahorramos un escalón en nuestro estilo dando a "La carta robada" el privilegio de abrir su secuencia a despecho de la diacronía de ésta". Desde el "Seminario sobre la Carta Robada", podemos decir que en ese lector al que se dirige colocamos la perspectiva del sujeto, en tanto la pregunta por el estilo tiene otra respuesta que la del mensaje, en la división del sujeto se verifica "por atravesarlo un objeto" y la "división que está en el principio de lo que se eleva al final de esta compilación bajo el nombre de objeto a". Es decir que en última instancia es el objeto quien responde a la pregunta sobre el Estilo. No creo de más ubicar aquí la última frase de esta obertura de los Escritos: "Del itinerario del que estos Escritos son jalones y del estilo determinado por aquellos a los que se dirigieron, quisiéramos llevar al lector a una consecuencia en la que le sea preciso poner de su parte". Subrayemos "... en la que le sea preciso poner de su parte". Tenemos entonces un mensaje, un destino y un lector, pero por así decir un estilo dirigido al sujeto lector. Obviamente este efecto no es verificado con exclusividad en las referencias, pero también allí encontramos que al buscarlas, en la mayoría de los casos se produce la detención en la lectura, lo que lleva a buscar una aclaración puesto que la comprensión no es obvia. Pasemos ahora a la segunda cita mencionada, se trata de "El psicoanálisis y su enseñanza", allí ubicamos primero lo que Lacan llama Estilo, se trata del último párrafo del texto y como tal, retroactivamente da sentido al texto en su conjunto. Dice así: "Todo retorno a Freud que dé materia a una enseñanza digna de ese nombre se producirá únicamente por la vía por la que la verdad más escondida se manifiesta en las revoluciones de la cultura. Esta vía es la única formación que podemos pretender trasmitir a aquellos que nos siguen. Se llama: un estilo". A estas revoluciones de la cultura, a esta verdad escondida en ellas, es lo que podemos ubicar en la mayoría de las referencias dadas por Lacan que a lo largo de su enseñanza permanece como constantes, pero no de una manera uniforme. Revoluciones de la cultura que contribuyeron a la historia de las ideas de Occidente. Recordemos que nos referimos a un texto escrito por Lacan en 1957 para ser presentado como comunicación a la Sociedad Francesa de Filosofía, se ubica en los Escritos entre "La cosa freudiana" (anterior) y "Situación del psicoanálisis en 1956" (posterior), ello indica no sólo la alteración de un orden cronológico, sino también que por su temática coloca a este texto más cerca de otros Escritos como "Variantes de la cura-tipo" o "Introducción al comentario de Jean Hyppolite". Sin extendernos demasiado diremos que el texto presenta la particularidad de anticipar su argumento con anterioridad a la comunicación propiamente dicha. El mismo se encuentra dividido en dos partes íntimamente relacionadas, a su vez el conjunto está especificado en seis puntos. Los tres primeros se refieren a "El psicoanálisis, lo que nos enseña...... los otros tres a "...Cómo enseñarlo". A la pregunta de cómo enseñarlo, Lacan en 1957 responde: transmitiendo un Estilo. Una respuesta en un contexto donde la relación del sujeto al lenguaje es su tema principal. A la vez, ya en este texto se encuentra la idea de que es posible formular la experiencia del análisis de manera enteramente accesible a la comunidad científica. Si lo imposible muestra que la certeza sólo surge del encuentro con lo real, el psicoanálisis debe tomar como modelo el saber científico constituido. Es decir tratar de dar cuenta por la vía del mathema cómo los tipos clínicos dependen de la estructura. En tanto la experiencia analítica -situación artificial, como es llamada en El Reverso del psicoanálisis pone en juego un saber en lo real, éste se trata del sujeto. En 1957 Lacan al dar las tres dimensiones de la cadena simbólica, ubica el punto al que hacemos referencia. Las tres dimensiones son: 1 ) historia de una vida vivida como historia, Tres dimensiones que para Lacan indican la dirección, trazan las vías -son sus palabras- de la formación del analista. Insistencia a lo largo de su enseñanza manifestada por el hincapié puesto en una transmisión exotérica y no esotérica del psicoanálisis, cuestión que lleva a la vía del mathema como ideal de transmisión. Pero, si después de todo es necesario esta vía es porque el psicoanálisis no es una ciencia -es un discurso-, lo que implica tener en cuenta la relación a la ciencia en oposición a la inclinación hacia el sentido, la religión. Cuestión ésta que se halla en la enseñanza de Lacan desde sus comienzos: me refiero al texto conocido como el "Discurso de Roma". Al discernir entre campo del lenguaje y función de la palabra, señala el camino mediante el cual el psicoanálisis puede conservar un vínculo con la ciencia. Al decir vínculo con la ciencia estamos subrayando que esta relación está basada en la posibilidad de su transmisibilidad. Este es uno de los puntos del texto, de su argumento, y además una perspectiva que se articula con los cuatro discursos y la cual Lacan no abandona a lo largo de toda su enseñanza. Brevemente daremos un ejemplo de lo que llamamos las referencias como estilo, no ya de un autor específico, sino en un sentido general tomando las referencias en los Escritos a la cultura cristiana, si vale la expresión para diferenciarla de una práctica cristiana. Tomamos el índice onomástico de los Escritos y extraemos de allí los nombres que de una manera general son ubicables en la temática religiosa, de allí a su vez como subconjunto las específicamente cristianas. Para dar una idea de la dimensión de estas últimas digamos que cuantitativamente son más de treinta, lo que da una idea de su magnitud. Ubicamos las mismas en un cuadro de referencias dividido en el año, título del escrito, nombre de la referencia, tipo de referencia, un contexto orientador y si se trata o no de una cita, es decir si la referencia implica un texto o no. |
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Para concluir: Primero diré que las referencias por parte de Lacan a los textos, autores y personajes cristianos se encuentran en lo que podemos situar como un abanico de posibilidades y a las que clasificamos como, referencias de:
Segundo, se desprende de esta lista que las referencias como estilo no son sólo una manera de expresar pensamientos por medio de palabras, o una manera de escribir característica de una persona. Son como el punzón, llamado estilo, con que escribían los antiguos en tablas enceradas. Las referencias como estilo son, como ese punzón, parte de una escritura que toca al lector en tanto que tiene que poner de su parte, aparición del efecto de división, efecto de transferencia, que coloca al texto de Lacan en el campo del Otro como saber. Un efecto buscado, un estilo logrado. Tercero, si definimos al Estilo como la elección que debe hacer todo texto entre cierto número de disponibilidades contenidas en la lengua, Lacan elige, por así decir, unas referencias y no otras. Esto nos presenta dos perspectivas. Aquí tenemos por lo menos dos caminos, uno exagerado, sería preguntarse por las referencias que no toma, por ejemplo porqué no habla de Nicolás de Cusa o de Lutero cuando se refiere al sujeto y sí de San Agustín, Marx o Hegel, pero este camino creo que desemboca en un cierto psicoanálisis aplicado. |