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Psicoanálisis y sociedad
 
Nota sobre una izquierda lacaniana - Reseña

Por Jorge Alemán

El lunes 13 de agosto en la sede de la EOL Bs.As fue la ocasión para escuchar a nuestro colega Jorge Alemán en torno a su trabajo: "Nota sobre una izquierda lacaniana", publicado en la Revista "CONFINES", Nº 20, junio de 2007, dirigida por Nicolás Casullo. La misma forma parte de un Dossier " Pensar la izquierda, ser de izquierda" Alemán comenzó planteando:

¿Qué significa ser de izquierda en el siglo XXI ?. Ser de izquierda implica insistir en el carácter contingente de la realidad histórica del Capitalismo. Aún cuando su salida o pasaje a otra realidad haya quedado diferida, aún cuando ese tránsito nunca esté garantizado y pueda no cumplirse, aún cuando esa otra realidad distinta a la del Capitalismo ya no pueda ser nombrada como Socialismo. En cualquier caso ser de izquierda es no dar por eterno el principio de dominación capitalista. A su vez, ser de izquierda es pensar que la explotación de la fuerza de trabajo y la ausencia de justicia no sólo sigue siendo un insulto de primer orden hacia la propia construcción de la subjetividad, sino que la brecha ontológica en la que el sujeto se constituye, la división incurable que marca a su existencia con una singularidad irreductible, sólo puede ser captada en su "diferencia absoluta" por fuera y más allá de las jerarquías y divisiones instauradas por el poder de mercado.

Por ello, el impensable fin del Capitalismo, si tuviera lugar, sería paradójicamente el comienzo del viaje, el inicio de la afirmación tragicómica de la existencia, el "tú eres eso" de un sujeto por fin cuestionado, sin las coartadas burguesas que desde hace tiempo lo llevan inexorablemente a estar disponible para todo. La izquierda marxista puede elaborar su Final en el único ámbito en el que ese Final puede adquirir un valor distinto al de cierre o cancelación, un Final que no es tiempo cumplido si no oportunidad eventual para otro comienzo. Ese ámbito tal vez pueda ser el pensamiento de Jacques Lacan, única teoría materialista sobre el Malestar de la Civilización propio del siglo XXI. Alemán considera que Lacan constituye el único intento serio de poner a prueba hasta dónde lo simbólico puede y no puede transformar a través de una praxis lo Real. Dicho de otra manera, lo simbólico es la condición de posibilidad e imposibilidad al mismo tiempo para transformar lo Real. Por ello, tal vez no haya otro discurso como el lacaniano para reconocer con la mayor honestidad lo que enseña una praxis en su impotencia por modificar lo Real. Y por esto mismo, el pensamiento de Lacan puede ser la oportunidad para iluminar con un cierto coraje intelectual lo que aún permanece impensado en el Final: la derrota a escala mundial, a partir de los setenta, del proyecto revolucionario de izquierdas. Derrota que, el Saber posmoderno, escamoteó para el pensamiento. En este aspecto, Lacan desde el comienzo ha preparado a través de lecturas y puntuaciones diversas, las condiciones para que el pensamiento marxista pueda elaborar su propio final, en el único lugar donde la elaboración es posible, en el trabajo de Duelo que se hace fuera del Hogar.

En nuestro caso, si hubiera algo así como una izquierda lacaniana, se trataría de una escritura del nudo "borroneo" propuesto por Lacan, ese que reúne tres elementos de tal modo que si se quita uno se separan los tres a la vez. Para el caso se trataría de un nudo entre el Estado, los movimientos sociales y la Construcción Política. Es precisamente necesario un nudo porque los tres elementos citados en la reunión aún permanecen sin resolución histórica. Sólo en el nudo y en la mutua reciprocidad del anudamiento (que no es lo mismo que síntesis o unificación) se recrearán los tres ámbitos. En el caso argentino, ese nudo es la condición para una nueva lectura de aquello que procede de nuestro movimiento de liberación nacional, una lectura que esté a la altura de las exigencias que a partir de ahora se establecen para la izquierda; llevar al campo de la República el surgimiento del Deseo, el deseo de lo que "habré sido para lo que estoy llegando a ser".

Guillermo Belaga, quien coordinó la noche, comentó que se encuentran en el texto definiciones para la izquierda lacaniana, destacando cinco puntos en donde Jorge Alemán anuda su argumento en que es ser de izquierda lacaniana.

1. Ser de izquierda implica insistir en el carácter contingente. 2. El coraje intelectual de Lacan, distinguiendo a Lacan de la Hermeneutica, la Reconstrucción y otras éticas destacando la praxis sobre lo real imposible.3. El capitalismo y el agujero en lo universal, esa conexión entre el capitalismo, la economía de goce y fantasma. 4. Las consecuencias que el Capitalismo al igual que la pulsión, es un movimiento circular que sé autopropulsa alrededor de un vacío que obliga siempre a recomenzar. 5. Otra definición ligada a lo universal descompletada en ese punto que agujerea los partidos y que desemboca en un programa de la izquierda lacaniana que es la utilizacion del nudo borromeo planteado originalmente en tres elementos por Jorge Alemán que son: El Estado, los movimientos sociales y la construcción política.

Cada uno de estos elementos tienen, como es el nudo borroneo, en su interior lo real.

Alemán trata de desmarañar algunos "líos". El psicoanálisis en Europa se confunde con el individualismo liberal, se inscribe en el individualismo, a su vez izquierda y derecha parecen obsoletas que ni valen ya como metáforas. Estos líos han hecho precipitar la urgencia de reformular la palabra izquierda porque Hay algo que compartimos entre el psicoanálisis y esta cuestión de la izquierda.

La desaparición de la política va de la mano con la entrega del saber a los "expertos". La idea es que la gestión es cada vez más importante que la conducción política y la técnica es más importante que la experiencia política. El psicoanálisis se termina si todo esta entregado a los expertos.

El psicoanálisis ha surgido en relación a una brecha que Lacan llama lo Real, no es que en la realidad hay brechas y que los expertos se ocupen de esas brechas, es que hay una brecha que constituye la realidad y que no existe experto para lo real.

Alemán vuelve sobre la tesis de su nota "El único duelo posible de Marx es Lacan", no del saber del Marx sino de la verdad de Marx. La verdad de Marx que se hace con el exceso, su error ha sido creer que el exceso sería reabsorbido, pero la otra cuestión que sí Lacan captó es lo que ocurre con un exceso que un sistema simbólico no puede domeñar y que sin embargo logra condicionar de tal manera todo el sistema simbólico que lo somete a su propio régimen. Vale decir el exceso no estalla, no lleva a ningún estallido ni a ninguna revolución, ni a ningún proyecto revolucionario, sino que es el que todo el tiempo condiciona el funcionamiento de la estructura.

Marx lo había desplegado pero el que capta toda la fuerza que tiene esto con el pensamiento es Lacan; esto lo vuelve a él, el único ámbito posible para que los pos - marxistas se dirijan hacer su duelo.

Se permite decir que sería muy interesante para los analistas que no se nos pase desapercibido que se está estableciendo un trabajo de duelo de una teoría que en definitiva no fue otra cosa que el intento de transformar lo real a través de lo simbólico, y que han tenido que venir a nuestro campo a realizar ese duelo porque nosotros también somos una teoría que esta sostenida por una praxis de transformación de lo real, con la diferencia que la modalidad de lo necesario y lo posible que estuvo presente en el campo epistemológico del marxismo, mientras que nuestra temporalidad lacaniana introdujo lo contingente y lo imposible. Una vez que él introduce lo contingente y lo imposible hay una torsión muy sería del problema. Asegura que es en Lacan donde más se pone a prueba hasta donde se puede transformar el destino simbólico de un sujeto y por lo tanto de un orden social. No conoce una teoría que haya ido más lejos en esta dirección, esto no quiere decir que lo logre, porque todo el universo psicoanalítico estaba subsumido, su sensibilidad es individualista, conservadora individualista, sí bien advertida, matizada por la idea lacaniana, pero Lacan merece otra cosa que eso.

En nuestro país, hubo que pagar un precio muy alto para sostener el psicoanálisis, aunque poco se hable de ello, todos sabemos lo arduo que fue mantener las instituciones, la dolorosa experiencia del exilio, lo trabajoso de los reencuentros, esto es suficiente como para pensar que no se pude reducir a una cuestión que cada uno tenga su goce.

Su intención con la inspiración de la izquierda lancaniana es que el psicoanálisis no vaya a esa deriva.

De las Intervenciones, destacamos la de Oscar Sack : el efecto auspicioso del sintagma presentado esta noche por Jorge Alemán, como así también su esfuerzo intelectual sostenido durante más de tres décadas produciendo rupturas, formalizando los conceptos a la altura de los acontecimientos de la época, pone en consonancia con Lacan en Radiofonía - que el discurso analítico es una salida siempre y cuando no sea para pocos -

Guillermo Belaga nos trasmite en el cierre de la noche, que para nuestra lógica colectiva sería muy interesante,como efecto de esta charla, que ser de izquierda es admitir que solo surgirá en las fallas de lo universal una nueva subjetividad politica, sin estar de antemano secuestrado por una identidad reconocida y ya sabida -.

Cierre que no es final sino oportunidad para continuar con el debate

Silvia Bermúdez