Transferencia de trabajo y garantía generalizada
Por Gustavo Stiglitz

Lo que caracterizó al trabajo de esta Comisión fue el rasgo de lo novedoso en un punto: la conversación con los miembros de la Escuela.

Orientados por Jacques-Alain Miller, Christiane Alberti y Laurent Dupont - y con la animación de la actual Directora de la EOL Gabriela Camaly - se produjo un trabajo en diferentes tiempos.

A grandes rasgos: - Trabajo epistémico, con la lectura y discusión de textos, que nos tomó todo el primer año- Propuesta de nombres y un primer debate sobre la pertinencia de cada uno de ellos para ser designado AME, - Entrevista de un miembro de la Comisión con cada uno de los que decantaron de esa primera vuelta, - Conversación con los analistas y analistas de control de los mismos, - Segundo debate a partir de las entrevistas y las conversaciones mencionadas, - y propuesta a la Comisión de la Garantía América.

El trabajo se desarrolló, no sin momentos de desacuerdo -normal- en un clima cordial y de respeto a las diferencias. Una verdadera experiencia de transferencia de trabajo en la que, como dijo Lacan y precisó Miller, la transmisión es de uno a otro y a otro y a otro, no a un conjunto.

Esa transferencia de trabajo me evocó - hacia adentro de la Escuela - al viejo Principio de Horacio, que Miller supo extraer de sus conversaciones con Horacio Etchegoyen, cuando éste era presidente de la IPA, allá por los años 90.

El principio decía que nadie puede arrogarse la representación total del psicoanálisis. Entiendo que puede ubicarse a dicho principio como un fundamento del trabajo de la garantía, en el centro de las conversaciones de la Escuela con sus miembros.

Me consta que cada uno de nosotros, más allá del trabajo que la Escuela nos confió, ha extraído una o más enseñanzas e inquietudes.

Por mi parte me interesó, en concordancia con las varias generalizaciones en la última enseñanza de Lacan - de la forclusión, del trastorno en la juntura íntima, de la locura - aplicar la misma operación a la garantía en la Escuela. Una generalización, es decir, una actitud o perspectiva de los miembros, más allá de la comisión específica, a la que ésta deberá prestar una particular atención.

¿Podríamos intentar formalizar una "operación garantía", en el discurso al cual servimos, el analítico, en el que el vacío del objeto ocupa el lugar del agente?

¿Podemos pensar la garantía como una operación analítica en el ámbito no de un análisis, sino de la Escuela? Esto estaría en línea con la llamada doctrina secreta de Lacan sobre la Escuela, en donde Miller dice que todo en una Escuela de psicoanálisis es analítico y con el principio de Horacio que asegura que no hay El analista.

Como tal, es una operación de atravesamiento de los semblantes de la impostura, para localizar el uso que hace el analista de su síntoma en la práctica, en la transmisión y en la política del psicoanálisis.

Podríamos escribir la operación con la escritura del significante de la falta en el Otro - S(%) - en donde es tan importante el No-Todo, de donde surge el analista[1], como los semblantes de los que se sirve el potencial AME para circular en el mundo.

Lacan caracterizó al AME como el portador de una cifra irónica. Es decir, un lugarteniente de la verdad mentirosa que toca un real el de la formación analítica.

Ese real debe ser tratado por los semblantes convenientes para representar a la Escuela tanto como instancia de formación, como presencia del psicoanálisis en el mundo, es decir, enclave de la política como arte de tratar con el Otro que no existe.[2]

La generalización de la garantía en la Escuela, viene también - en la perspectiva de la política de la Escuela - de la mano de sus relaciones con la admisión y el Pase.

Con la primera, porque en los dispositivos de admisión la función del AME está en el horizonte, en tanto se trata de imaginar un futuro miembro que esté a la altura de asumir los riesgos y responsabilidades de la posición del analista en el mundo.

Con el Pase, por ser el AME quien propone pasadores.

Muy sintéticamente: la garantía mantiene abierta la pregunta ¿qué es un analista?, a la vez que lo nombra, ahí está la ironía, como modo de cernir un real. Esa es su apuesta y esa es su responsabilidad.