Jacques-Alain Miller on line |
Entrevista de actualidad 32 |
"Psicoanálisis y Sociedad"; "El Otro malo" EDITORIAL COLOQUIO "PSICOANÁLISIS Y SOCIEDAD" (BARCELONA) El coloquio está organizado por Judith Miller y la comisión PIPOL IV, con la colaboración del RIPA (red de instituciones de psicoanálisis aplicadas). Este coloquio, bajo un título un poco banal, nos invita a contribuir con una tarea actualmente en curso: pensar cómo el psicoanálisis puede inscribirse en el mundo contemporáneo sin ceder sus finalidades, con el fin de recuperar el lugar que tuvo en el siglo XXI. Esta labor es esencialmente la de las Escuelas del Campo Freudiano, pero esto no dispensa de contribuir a las otras instancias. "Cuanto más en cuenta tengan a las enseñanzas del PASE, tanto más vasto será el campo de aplicaciones del psicoanálisis a la terapéutica", decía el presidente del ELP, Xavier Esqué, en el Congreso del AMP en abril del 2008. La época hace del analista un objeto nómade, y del psicoanálisis una instalación transportable (J.-A Miller, "Hacia PIPOL IV). Estas nuevas figuras dan cuenta de la instauración de un lugar analítico, el lugar Alpha, donde el discurso analítico se confronta con el malestar de la civilización, y se propone tratar los síntomas. Uno de ellos es la desinserción, que será el tema de PIPOL IV. (…) Inscripciones CONVERSACIÓN SOBRE EL OTRO MALO El tema será abordado a partir de relatos de los casos clínicos de Miquel Bassols, Carole Dewambrechies-La Sagna, Antonio Di Ciaccia, Philippe De Georges, Jean-Daniel Matet y Alfredo Zenoni. Evidentemente, el Otro malo evoca la paranoia, la certidumbre de ser percatado por el Otro. Antes que el delirio se constituya, este Otro está presente sin que el sujeto pueda dar sentido alguno a esta enigmática irrupción. La palabra más anodina puede revelar una mala intención, la pasión amorosa puede virar hacia la persecución, célebre transformación freudiana del "yo lo amo" en "él me odia". Pero el Otro malo no es siempre un individuo, puede ser también el órgano que atormenta en la hipocondría o el superyo que devora en la melancolía. Pero ¿está la maldad del Otro reservada a la psicosis? La mayor parte del tiempo, es banal. Es constituyente del sujeto. De acuerdo con el estadío del espejo de Lacan, el yo es primero el otro, y el yo se constituye a partir de esta rivalidad primordial con el otro, que en el registro del narcisismo es del orden del "es él o yo". La lengua viene a pacificar esta lucha mortífera en la neurosis pero siempre queda algo y todo sujeto tiene siempre un poco al otro en la mira por una u otra razón. La ambivalencia amor-odio del obsesivo con respecto al Otro y a su deseo, el reproche y la insatisfacción que la histérica le endosa al Otro, son modalidades menores. La clínica del Otro malo es entonces múltiple y variada, y llama a finas distinciones. Maison de la Mutualité, Salon Jussieu-Monge, 24, rue Saint Victor – Paris Ve
BOLETÍN DE INSCRIPCIÓN a enviar a: 1 INDIVIDUAL: 70 € 1 FORMACIÓN PERMANENTE: 170 €
FRANCESCA BIAGI-CHAI: Retour sur la procédure de la passe Gracias a la secretaría del PASE, se me presentó la ocasión de constatar el debilitamiento de las referencias en ciertos postulantes y pasantes. Un grado de idealización del PASE me parecía aumentar de manera inversamente proporcional a una forma de desconocimiento de esa derivada del uso del significante que pudo haber usado la realización. Es lo que en el eje de un re-centrado sobre la Escuela propuesto por Jacques-Alain Miller me lleva a formular esta vuelta sobre el procedimiento que torna posible esto de lo que se trata. "Se tratará de estructuras logradas en el psicoanálisis y de garantizar que se efectúen en el psicoanalista." Afirma Lacan en su propuesta de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela. El límite de la teoría es que es a verificarse en el analista como resultado de la cura, es allí donde lo real hace objeción a la formación concebida como discurso de la universidad o aprendida como savoir-faire en el discurso amo. Con el PASE Lacan inventa un dispositivo que permite entender lo que es del orden del discurso del analista, sin proceder entonces a partir del discurso del amo. Elabora un dispositivo de otro orden, relacionado con el Otro barrado. Con la barradura, el agujero, las demandas, el analista libra esa respuesta ni ideal, ni cínica a la falta en el Otro: el deseo del analista. El PASE no vale tanto como una razón científica de una casuística, sino más bien como verificación que un analista se "ha formado", considerando que pueda haber otros y que sea garantizada la relación al inconsciente en una Escuela de psicoanálisis. Desde su puesta en marcha, fueron colocados diferentes acentos sobre el PASE: el pase testimonio conclusivo del pasaje al analista del analizante, el Pase-"ciencia", el pase "hystoire", pero también "los momentos de pase" o el pase a la entrada". Tantas variedades que se revelan conformes a la no-existencia del pase como Otro previo pero como Otro siempre producto de la experiencia misma; un pase isomorfo al campo del Otro barrado. Estas variaciones esenciales son posibles y a fortiori legibles con la condición que la realización, o el agujero, la inconsistencia del Otro estén en función, siga constante e invariable. Es lo que hace del PASE Uno. El PASSEUR es EL PASE, indica Lacan, en el momento en el cual el pasante lo atraviesa. Desde este lugar, puede entender los relieves, las construcciones del pasante constituyendo el mismo en su cura la experiencia del DES-SER no sin pertenencia al discurso analítico donde se establece la diferencia con todas las formas de nihilismo. También está en mejor posición para transmitir el grosor de una modificación que va de la impotencia del síntoma y su resistencia a lo real por la desmesura imaginaria a lo imposible como demostración y consentimiento de lo real. Pero para que este testimonio lo atraviese como pasador, no puede querer ocupar este lugar. Le es indicado por su analista. Este es un "AME" y este título por el cual la Escuela reconoce al analista "que hizo sus pruebas" es también atribuido sin haber sido pretendido. En fin, un segundo pasador alarga el espacio del testimonio. Esta realización, cuya duración está a cargo del pasante, poniendo el acento en lo que pasa, otorga al cartel un saber bastante refinado de los efectos imaginarios, opera una verdadera subversión de la seducción por lalengua. Un psicoanálisis transmitido por lalengua del pasante al cartel trae consecuencias. El cartel, en el vacío de la cooptation y de la jerarquía, "no puede abstenerse de un trabajo de doctrina, más allá de su funcionamiento de selector". En la negación que implica la necesidad, se encuentra la relación del cartel con la causa y el avance del discurso. Para concluir, interrogaré el lugar y el rol del secretariado, primera etapa para quien demanda hacer el pase. Hemos podido decir que el secretariado tenía la función de filtro discreto, en realidad, está por completo tomando en la lógica y la topología del pase. La demanda dirigida por escrito concede aún un poco al formalismo desprendido de su realidad subjetiva. El reencuentro con un secretario del pase induce una puesta a punto para el postulante mismo y descarna una significación de su demanda que a veces no es la que creía. El secretario propuesto por el significante pasa a una función de ayuda inédita, de una demanda que no le es menos operada como un revelador al servicio de esta puesta a punto. Bernard Seynhaeve nombrado recientemente AE lo mostró, su encuentro con Yasmine Grasser le permitió commutar su decisión en acto. Es en el secretariado que se elige al azar los pasadores y que el procedimiento se encarga, luego no hay vuelta atrás, de reunión entre lps pasadores y el secretario. El pase pone en marcha una circulación de saber hacia, hacia el Otro, sin esperar nada de una completud. Aislar lo que es del orden del discurso analítico como quería Lacan, eso es urgente. Publicado en 74 Rue D´Assas en París 6è por JAM |
Traducido por Gabriela Grinbaum |