"Una ponencia en estas Jornadas es un ejercicio del bien decir"
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FAQ
PREGUNTAS PLANTEADAS CON FRECUENCIA
1. ¿Se puede aún enviar un proyecto? No. Ahora se trata del envío de los textos terminados, deberán despacharse entre el lunes 5 de octubre y el jueves 8 a medianoche, último plazo.
2. ¿Se puede mandar un texto sin haber pasado por la casilla "proyecto"? Si.
3. ¿Uno está penalizado si no hizo el proyecto? No.
4. Mi proyecto figuró en la lista, ¿esto me asegura que figuro en el programa? No. La selección para el programa se hace en base a los textos realmente redactados.
5. Entonces, ¿enviar un proyecto no sirve para nada? Permitía asegurarse, antes de la redacción, que el tema encarado, su tratamiento, el plan, la enunciación, eran acogidos favorablemente.
6. Ya envié mi texto terminado, ¿eso me dispensa de enviarlo entre el 5 y el 8 de octubre? No. Solo se tomarán en cuenta los textos enviados entre esas fechas
7. ¿Quién decide sobre la selección de los textos? La función LSD -lectura, selección, distribución- está a cargo del Director de las Jornadas, asistido por el Directorio de la ECF.
8. ¿Cuántos textos serán seleccionados para las Jornadas de noviembre? 108. Más eventualmente 4, presentados el domingo por la mañana en Sesión Plenaria.
9. ¿Qué va a pasar con los textos que no se retendrán para las Jornadas? Si la calidad de los trabajos lo justifica, propondré al próximo Directorio la realización de una Jornada extraordinaria en marzo.
10. No conozco a nadie en la ECF, me analizo en otro lugar, puedo enviarle un texto? Si.
La venida de Alain Prost a las Jornadas
Me encontré con él el jueves pasado al atardecer en su domicilio parisino, con Dominique Miller. Nos recibió con simplicidad, preparando y sirviéndonos él mismo, el café; parecía entender perfectamente el motivo de nuestra invitación; no bien nos sentamos, empezó a hablar: su familia, su hermano mayor, la revelación de su vocación, sus relaciones con la máquina, la carrera, la notoriedad, el dinero, sus adversarios, ante todo con Ayton Senna. Entrevista apasionante. Ninguna fanfarronada, modestia sin humildad, capacidad de emoción, arte de la narración. Después de una hora, le pregunté de qué forma quería se desarrollara su participación en las Jornadas. Respuesta: venir sin notas, responder en público a las preguntas que le haríamos Dominique y yo sobre los temas abordados en la conversación: hablar sentado en un canapé; duración de la entrevista: al menos una hora (nos pusimos de acuerdo con él en reservar un lapso de una hora y media), Dominique irá a buscarlo el domingo a su casa, para empezar a las 15hs.
Notas: sabía muy bien que se dirigía a dos analistas; se expresó sin reticencias, de acuerdo a nuestros intereses; habla rápido, de una manera perfectamente articulada, calma y concentrada; es un hombre bajo, casi endeble, pero musculoso, con muy lindos ojos azules. Se desplaza y se mueve en forma armónica, testimonio de una excelente identificación corporal; es sonriente, preciso, cuidadoso, seguro de sí mismo, a la vez relajado e impecable; se nota que pensó en su ser, su historia, su ejercicio profesional, y en la época; uno se dice que estamos frente a un hombre que conoce su valor, que tiene ideas tomadas sobre muchos temas, que le gusta exponerlas; no debe ser indulgente cuando el otro no es claro, o no cumple sus compromisos; emana un extraño encanto. Me dije: "He aquí alguien que da la sensación de ser un hombre hecho y derecho. No encontré alguien parecido." Pensé en el cortegiano de Castiglione.
Si desea que nuestro invitado conteste una pregunta, o si tiene una información útil para comunicarnos, escríbanos:
domiller@hotmail.fr, jam@lacanian.net
Esta noche o nunca
Al regresar de la entrevista con Alain Prost, disponía de dos horas antes de ir a los estudios de France 3. Los consagré a pensar en el tema, y a leer los mails que había suscitado mi llamado difundido a la tarde temprano. Ahí se me ocurrió la idea que el Ideal del yo, tal como lo expone Freud en Introducción al narcisismo, afirmaba una función de evaluación interna, y que su "extroyección" constituía sin dudas el fundamento inconsciente de la evaluación- copla que quería situar. Por otra parte, no tenía agenda. Durante el debate, volvieron a mi mente trozos de mis lecturas. Acá abajo encontrarán un florilegio de los mails que, de alguna manera, me sirvieron como machetes. Quiero expresar mi gratitud a todos los que respondieron tan rápido y de una manera tan útil a mi llamado.
Alain Grosrichard
Encuentro tu mensaje. Por las dudas, he aquí lo que se me ocurrió (es más bien un producto íntimo en bruto). Antecedentes. Por ejemplo:
1) Maupertuis, Ensayo de filosofía moral, 1749 (aritmética de los placeres que permite un cálculo de la felicidad). Capítulo I, "Lo que es la felicidad y la desgracia": "Para tener una estimación de los momentos felices o desgraciados, hay que tener en cuenta no solo la duración, sino la intensidad del placer o de la pena. Una intensidad doble y una duración simple, pueden dar un momento igual a aquel cuya intensidad sería simple y la duración doble. En general [teorema…], la estimación de los momentos felices o desgraciados es el producto de la intensidad del placer o de la pena por la duración. Se pueden comparar fácilmente las duraciones, tenemos instrumentos que las miden, independientemente de las ilusiones que podemos hacernos. No pasa lo mismo con las intensidades, no podemos decir que la intensidad de un placer o de una pena es realmente el doble o el triple de la intensidad de otro placer o de otra pena", etcétera. "Después de haber leído a Maupertius, usted querría estar muerto", escribe Mme de Puisieux (la amiga de Diderot). Lo acusa de "querer someter a todo el mundo a una aritmética moral" que le es propia y aplicarles a todos los hombres un cálculo solo adecuado a los de su clase" (Caractères, p. 173). Citado por Mauzi, L’idée du bonheur au XVIIIè, p.406).
2) Bentham, lo conoces mejor que yo…Su máxima : "la mayor felicidad para el mayor número", "maximizar la felicidad", etcétera.
3) Respecto a las tentativas estadísticas para evaluar la risa (cf Paul Yonnet in Travail, loisir) y hacer un índice del bienestar de una población dada, Lipovetski señala en Le bonheur paradoxal, p.293, que "algunos elementos cifrados se escalonan en una duración muy corta y poco convincente, Otros datos, otros períodos de observación llegan a conclusiones muy diferentes. Después de todo P. Yonnet mismo señala que esta opción de la risa no la encontramos ni en RFA, ni en Gran Bretaña, ni en Italia , ni en España… Y, ya que el sociólogo convoca la dimensión estadística, señalemos, de paso, ésta a la que no le daremos más que un valor aproximativo y sugestivo: "los franceses, en promedio, no ríen más que cinco minutos por día [la estadística data de 1993] o sea cuatro veces menos que hace cincuenta años". Da risa ¿no?
Philippe La Sagna
Una cita: Freud, Introducción al narcisismo: "Ser otra vez, como en la infancia, e igualmente en lo que concierne a las tendencias sexuales, su propio ideal, esa es la felicidad que quiere alcanzar el hombre". Lo que, respecto a la felicidad se une a Chamfort: difícil de encontrarlo en nosotros, e imposible encontrarlo en otra parte. Más divertida, Ingrid Bergman:"La felicidad, es tener buena salud y mala memoria".
Luc Miller
Del discurso de Sarkozy, retengo que la cifra única impide cualquier discusión y agota la reflexión, mientras que la multiplicidad de los indicadores econométricos nutre el debate de ideas. Es uno de los remedios que veía contra la religión nefasta del Impact Factor en bibliometría.
¿Pero, podemos realmente, dando más cifras, debilitar la religión de la cifra? ¿Hasta qué punto?
El lunes, las informaciones de France Culture retenían que se debía medir la subjetividad. Este informe no impide entonces que se difunda la creencia de que todo puede reducirse a una medida numérica. Para la población es una pesada contrapartida: los estadísticos y los que miden la economía en esta comisión, recomiendan hacer encuestas cada vez más numerosas y más exhaustivas.
Cito por ejemplo:
Punto 11: "perseverar a fin de perfeccionar las bases de datos estadísticos que disponemos y los indicadores elaborados a partir de ellos".
Punto 31: "impone recolectar informaciones sobre el ‘reparto combinado’ de los aspectos esenciales de la calidad de vida en toda la población de un país a través de encuestas específicas".
Punto 32 : "Nuevas medidas podrían ser puestas en marcha si las autoridades estadísticas nacionales procedieran a inversiones requeridas para recolectar los datos necesarios para sus cálculos".
Agnès Aflalo
Observaciones preliminares a todo tratamiento posible de la felicidad: el problema comienza hace treinta años con la OMS, que, en 1978 deja de lado la idea de la enfermedad mental, y la remplaza por la quimera de la salud mental y la consecuencia es que los psicólogos deben ocuparse de la salud mental, es decir de la felicidad. La desgracia empieza en ese momento, ya que la evaluación impide cualquier acercamiento psicoanalítico, y prescribe las TCC.
Los psicólogos TCC dejan de lado los síntomas que recortaron. Consecuencia: la enfermedad contemporánea produce suicidios en el mundo de socialización obligatoria: la escuela, el mundo del trabajo, las cárceles. El pasaje al acto violento es el reverso del mismo problema.
Y los expertos famosos proponen, seriamente, buscar el virus del suicidio en el cerebro del fallecido, en lugar de darles la palabra a los vivos, y tomar en serio lo que dicen. La felicidad no es una cuestión de genética, de la secreción de una glándula, o de una clase social en particular, es una decisión del sujeto del inconsciente. La respuesta colectiva le concierne a las políticas. La respuesta del sujeto, la construye solo, o con un psicoanalista digno de ese nombre.
Eric Laurent
1. La búsqueda de nuevos indicadores de la felicidad no debe confundirse con la búsqueda del tiempo perdido. La prueba: la fábrica de felicidad de Lord Layard en la que se quiere lograr que los deprimidos se vuelvan más felices poniéndolos a trabajar a fuerza de cuestionarios. Es mejor dejar el lugar de los psi en un costado, y en el otro el de los economistas.
2. Si la fetichización de un número remplaza a otro, olvidaremos siempre al "cisne negro", aquel con el que no podemos hacer un ídolo. Los psi acompañan a los economistas como su sombra o como el romano que acompañaba al general romano en el momento del triunfo.
3. Uno de los miembros de la comisión Stiglitz, del que se habla menos, Kahnemann, está persuadido de que los errores cognitivos de los sujetos en un campo en el que el saber no es perfecto, dan cuenta de las desgracias de la economía. Esos errores son los más valiosos para marcar el trazado de una desviación como presencia de un sujeto. Los economistas están encantados con su "behavioural economy", los psi denuncian la voluntad del cálculo sobre lo íntimo. Ese cálculo, es la elección de la muerte del sujeto, de ahí los suicidios en las empresas. Nueva epidemia, pero que no parará antes que pase un buen tiempo.
4. Se dice que la economía es "the dismal science". Es un conocimiento paranoico; Cf: equilibrio de Nash y el sujeto solo contra todos en un juego no participativo.
5. Como dice Keynes, el saber del equilibrio es también que la única definición del "largo plazo" es que a largo plazo, estaremos todos muertos.
Lilia Mahjoub
Sobre el tema de la felicidad, del bienestar, actualmente hay como una amplia campaña en los medios: Libé, France info, Le Monde2 (por publicarse). En Libé, Joseph Stiglitz, premio Nobel, redactor en jefe por un día del cotidiano en cuestión, pregonaba que "justamente hay que integrar la felicidad en las políticas públicas, sobretodo en períodos de recesión, lo que uno siempre se cuidó de hacer". Entonces ahora hay que medir la felicidad, se le va a decir al pueblo lo que es bueno para él, a fin de aplacarles su miseria. Los economistas rescatan acá, la desgracia debida a banqueros y a otros financieros inescrupulosos.
Con toda seguridad, no son los psi quienes les dirán a los pacientes lo que necesitan para ser felices. Stiglitz sigue sosteniendo este tipo de cosas: "estudios sobre la felicidad dicen…que el hecho de estar desocupado tiene un impacto más serio que una simple disminución de las entradas. Pero, según los estándares económicos clásicos, si uno está desempleado e indemnizado, uno debería sentirse feliz ya que tiene tiempo libre! Sin embargo, es deprimente". Libé, 15 de septiembre.
Cuántas generalidades ! Es claro lo que subyace, es la felicidad en el trabajo. Seguir trabajando. Esto favorece sobre todo a la economía. Y lo que es peor, se ve con claridad que hay crisis, y las empresas que en este momento andan mal, es lo menos que podemos decir. Entonces, volvamos al individuo, de lo contrario tenemos catástrofes como en France Télécom.
Lacan, en Televisión, decía: "¿Dónde en todo eso, lo que produce buena suerte? Exactamente en todos lados. El sujeto es feliz. En incluso su definición puesto que no puedo deber nada sino a la suerte, o dicho de otra manera, a la fortuna, y que toda la suerte le es buena para lo que lo mantiene, o sea para que él se repita", etc. Por mi parte, encontrarme con Lacan fue un encuentro feliz y se trata de algo distinto a la beatitud. Pero allí se trata de otra suerte, que no se mide y que no tiene precio.
Agnès Aflalo (2)
1. La suerte es un factor de política a partir de Saint Just.
2. La felicidad= deshacer la maquinaria de desgracias que es la evaluación, porque: 1-es una maquinaria que fabrica excluidos 2- trata a los hombres y a las mujeres como si fueran gadgets desechables. 2bis la felicidad, es por lo tanto devolverle su dignidad al síntoma.
3. La suerte, es encontrar a un psicoanalista, pero no uno cualquiera. Atención, hay quienes tienen el gusto de psi, la forma de psi, y no son sino sucedáneos de los psi: los TCC. 3bis: la suerte no solamente de que lo escuchen, no solamente. Es sobre todo que lo entiendan: es decir cuando le responden con palabras que dan en el blanco.
4. La suerte, es poder reinventarse a medida, no solo marcar al paso como todo el mundo.
5. La felicidad, es reconciliarse con nuestros deseos que de lo contrario quedan prisioneros en los síntomas. Entonces es aceptar cojear, que siempre sea un poco desviado, nunca ejecutado con cuidado, (lo que tenemos en común con la religión). La generación 68 es una generación-deseo, la primera que no conoce la guerra.
6. Felicidad (bonheur) rima con buena suerte (bon heur): la regla de la ocasión es que se debe agarrar del único cabello que tiene. El Bonheur des dames (Placer de las mujeres)y el de los caballeros no se satura en objetos pequeños, hay que inventarlo, reinventarlo con cada generación. Invención/tradición.
Buena suerte: saber lo que no anda, significa poder hacer algo para que eso cambie, no dejar que se desmaterialice el lazo social, pase por la web: consulta de tele medicina, amigos de Facebook, etcétera. El matematizar el lazo social engendra su propio malestar.
7bis. no desconocer la felicidad en el mal: Sade (Kant con Sade); el sujeto es feliz, paradoja del síntoma, que conlleva siempre una parte de complacencia oculta.
8. Felicidad y economía no se oponen: cf Les esprits animaux de Keynes : las decisiones irracionales que toman los economistas, obedecen a la economía del síntoma. Marx es el primero en captar esa lógica, luego Freud y Lacan. Evocar los efectos universales del capitalismo científico y de la falsa respuesta acertada que constituye la evaluación, cf el último capítulo de mi libro.
Eric Laurent (2)
Las desgracias de Bután y la felicidad para todos, salvo para los nepaleses
Hay un Estado en el mundo, Bután, que ha adoptado la felicidad como medida de todas las políticas públicas. Bután es un Principado en el Himalaya y el gran problema que tiene, es la gente de Nepal, que vienen a trabajar como inmigrantes. No hay ningún lugar en el mundo en el cual no haya inmigrantes económicos. Entonces, para rechazar esto, han considerado que para aumentar la felicidad de los ciudadanos butanos, había que sacar a todos los nepaleses y ponerlos en el sur del país, impidiendo su desplazamiento. Con esto han obtenido una satisfacción mejor, y están encantados con el índice de felicidad. Entonces el primer estado que ha adoptado la medida de la felicidad como instrumento político, ha justificado a su vez una política de "purificación étnica".
La felicidad y las comunidades homogéneas
Ya que no somos más felices si los otros no tienen más, es mejor vivir en comunidades homogéneas. Los estudios sobre el "capital social" llevados a cabo por el sociólogo Robert Putnam (Harvard, Public policy), él mismo célebre a partir de su "Bowling alone. The Collapse and Revival of American Community" (en los años noventa surgió esta figura inédita en Estados Unidos, gente que iba al bowling solo, mientras que el bowling es la actividad más social que se puede pensar en Estados Unidos), ahora constata con preocupación, que el debilitamiento del lazo social en los EE.UU. varía con la diversidad de una comunidad. Los sujetos interrogados son más felices en un ambiente comunitario homogéneo. Esto va en contra de todas las políticas públicas de des-segregación desde los años sesenta, al revés de la segregación del mercado privado, con comunidades cada vez más separadas con muros, armas, en todas partes de los Estados Unidos. Ahora bien, si seguimos el índice de felicidad, ¿hay que denunciar estas políticas de des-segregación? ¿Se puede aconsejar al amo constituir comunidades homogéneas para asegurar la felicidad? ¿Y si un día esto no va porque las comunidades, muy felices cada una, entran en conflicto, porque consideran que su felicidad podría ser mayor si pueden aplastar a las demás? ¿Es necesario entonces sostener ese tipo de reagrupamientos?
La Economía como ciencia, es una conversación sobre los infortunios de todo índice posible
Las medidas solo producen efectos paradojales contradictorios, y precisamente la Economía como conversación, es siempre poder tener en cuenta al mismo tiempo, la necesidad de estos índices y de todos los efectos contradictorios secundarios. El peligro de la medida única que podría responder y cifrar las preferencias colectivas, es que tiene un efecto perverso. Los psi pueden ayudar a que los economistas no cesen esta conversación creyendo haber encontrado el significado verdadero, de lo contrario las falsas promesas de felicidad se transformarán en verdaderas exigencias superyoicas.
Autres machetes
También tuve tiempo de leer un florilegio de citas del informe de la comisión Stiglitz, redactado y enviado por Rose-Marie Bognar, un artículo de Paul Krugman (envío de François Ansermet), un artículo de Slate (envío de Ph. La Sagna). |