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Diario de las Jornadas - N° 04
Lunes 7 de septiembre de 2009

JACQUES-ALAIN MILLER: el tema (Un nuevo concepto, continuación)
¿Es verdaderamente necesario que presente el tema y como hacer uso de él? Tengo la sensación, e incluso las pruebas, que esto ya fue bien comprendido. Los tres pequeños textos dan testimonian, y las propuestas que me llegan desde hace tres días. Espero no olvidar a nadie (caso contrario que me lo señalen, la presente lista fue detenida el domingo a medianoche)
Sonia Chiriaco da un vistazo a su análisis, bajo el título Retorno al futuro anterior
Clotilde Leguil quiere narrar y analizar la mutación súbita de su relación con el lenguaje
Didier Guénardeau su encuentro con el silencio;
Dominique Heiselbec un sueño donde la escritura, dice, se le aparece como “una suplencia a la forclusión del sexo femenino”.
Françoise Haccoun "un momento de control" que le permitió “franquear el pasaje al analista”
Philippe Chanjou su “recorrido analítico, desde el punto de vista de la angustia”
Carole Dewambrechies-La Sagna, el sentido de un “sueño en Lacan”
Anne Ganivet-Poumellec el efecto de una itnerpretación cuyo enunciado era: “¿Que es el imperativo ?
Agnès Aflalo quiere analizar uno de sus actos fallidos, apuntando Arrabal y testimoniando del funcionamiento del “inconciente después del análisis”
y Laure Naveau, un fenómeno de cuerpo que la dejó pasmada, surgido después de su pase de Analista de la Escuela
François Leguil me comunica su título, Las seducciones paradojales de un Bildungsroman,
y Pierre Stréliski el suyo, Sin título. ¡Siempre astuto!
No, no es el pase para todos. Estos textos están hechos para ser pronunciados ante un público general –no solo para beneficio de dos pasadores y por su intermedio, para una comisión de especialistas. Cuando se hace el pase, no se está o se está menos en representación, se es más indiscreto sobre sí mismo; y la obtención de un título está puesto en la balanza. No será el pase generalizado en estas Jornadas, sino la recopilación, amplia y aleatoria, de una centena de testimonios, que refieren fragmentos, resplandores y relámpagos de análisis, momentos de trasformaciones, fulguraciones inopinadas, que abren para el sujeto a un mundo nuevo, o al menos, develando en el mundo antiguo una fisura por donde se desliza para considerarlo como exterior.
No se trata de una encuesta sociológica; no hablamos de carrera, formación, instalación, institución, redes, clientela, medios de llegar, posición social, reputación, prestigio. No se trata tampoco de “how to”, de la adquisición de un saber hacer, de destreza, de un “knack” clínico. Uno se vuelve herrero, herrando, pero no es analizando a los demás como uno se vuelve analista – contrariamente a la ilusión que favorecieron durante un tiempo nuestros excelentes CPCT – uno se vuelve a lo sumo, y en el mejor de los casos, “un buen profesional”, un buen clínico, sabiendo apretar los botones.
Volverse analista, en el sentido que está aquí en cuestión, concierne a un estado especial del sujeto, de una aptitud adquirida, si queremos, pero resultante de la operación psicoanalítica, cuando se entra en ella, y se perdura allí, como analizante.
Se trata de una condensación, contracción, de la libido, tal que toma progresivamente consistencia, se desprende, y luego se aísla, su núcleo de goce, llamado objeto a minúscula. Este a minúscula nuclear gana en densidad a medida que los significantes son aligerados (desinvestidos) de la carga libidinal propia de cada uno, la cual, liberada enfila hacia el núcleo, y agrega allí su quantum. En el término ideal del proceso, se realiza la separación: lavados, redimidos, limpios de goce (siempre un poco sucio el goce, innoble, abyecto… ), los significantes están listos para servir a más elevadas operaciones, entre ellas la matemática es el nec plus ultra, el objeto a cesa de obstruir lo mental del sujeto, se vuelve disponible como instrumento de las curas, que sostiene para los analizantes, de su a minúscula en devenir.
Este “pase” encontrado entre todos los escollos es por supuesto, una ficción reguladora.
Primeramente hay sujetos capaces, de algún modo, naturalmente, de jugar con el significante matemático, incluso si como para todos, tiene también para ellos su cara patemática – ¡y cómo! De allí el Wunsch confesado por Lacan, que sería hermoso que nadie entre aquí que no sea geómetra – dicho de otro modo, que se exige del analista en esperanza “un don tal que se tamice el acceso a la matemática, si ese don existiera”. Estamos lejos de ello.
Luego, la limpieza siempre queda incompleta, parcial, tarea infinita. Eso, eso nos conoce. El vientre donde se forman los síntomas es aún fecundo. “Restos sintomáticos”, dice Freud, que recomienda auto análisis permanente y tramos de análisis periódicos. Lacan, el inventor del pase-una-vez-por-todas, evoca un “contra psicoanálisis” para volver a darle, si puedo decirlo, viento a las velas, y construye el concepto de un más allá del síntoma. Esta construcción consiste en integrar al síntoma su resto ineliminable – de allí su llamado a un significante nuevo, aunque muy antiguo, el “sinthoma”. ¡O Goce! “El mar, el mar siempre recomenzado… ” Por lo tanto, hablamos modestamente de un sujeto que se revela apto para analizar, y no de un “ser analista”, que no es más que infatuación.
Freud y Lacan acuerdan muy simplemente en pensar que el ejercicio de la función de analista exige permanecer en el análisis de su inconciente – en el lugar (o al revés… *) del sujeto supuesto saber. Para ello es necesario que persista, luego de la cura propiamente dicha, una transferencia a un Otro, que de su soporte a la tarea. La naturaleza de este Otro está encarnada de manera diversa.
Para Lacan, era Freud, la mirada de Freud –una mirada no forzosamente condescendiente, en vista de los trabajos de renovación y embellecimiento a la francesa emprendidos por el sucesor – que bajo otro ángulo, son tantas depredaciones. El podía pensar que Freud era demasiado “Dios celoso”, y también que su gusto era a la vez demasiado clásico alemán y demasiado kitsch, para apreciar su genio barroco y geómetra. De allí el tinte ligeramente hostil de su transferencia con Freud.
La misma necesidad de seguir siendo analizante, se ve en nuestros desdichados colegas, que parasitan incesantemente el acto psicoanalítico con una práctica verdaderamente frenética, desesperada, del análisis de su “contratransferencia”. Ellos están discapacitados por su transferencia negativa con Lacan. Qué pena que, en el conjunto, más allá de algunas excepciones (pienso en mi amigo Horacio Etchegoyen), se hayan contentado con dar a esta transferencia que podría ser tan fecunda esta forma inepta: “No la pifiamos, nosotros tenemos razón”. Los lacanianos permanecen ocupados en explotar los ricos filones de una enseñanza sin igual, es muy de ellos, los “ortodoxos”, que podíamos esperar que relancen la dialéctica del movimiento psicoanalítico, con una crítica asidua e informada de las elucubraciones de Lacan. La tarea queda por lo tanto en nuestras manos.
El Otro indispensable para leer el inconciente del que somos sujetos, se encarna… donde quiere. Pero en fin, es necesario uno o varios cuerpos, presentes o ausentes, vivos o muertos. Un cuerpo social, un Leviathán como una Escuela, representa esto bastante bien..
Era al menos la ambición de Lacan para la suya, cuando hacía de ella un sujeto supuesto saber, como testimonia la cubierta de su revista: “Scilicet– tu puedes saber lo que piensa la Escuela freudiana de París”
Y bien, estas Jornadas de noviembre, en el gran desorden azaroso que se anuncia, serán el Scilicet de la Escuela de la Causa freudiana – no sobre el “ser analista”, que no existe, sino sobre “el devenir analista”, que eso sí insiste. Y será tanto más el acontecimiento de la Escuela cuanto que ni las entradas, ni las intervenciones estarán reservadas, lejos de ello, solo a sus miembros. Es decir, que la Escuela en efecto se vuelve responsable para lo mejor y para lo peor, de las consecuencias que engendra en las cabezas y en los corazones si puedo decirlo.
Esto no significa de ningún modo que garantice en lo más mínimo la pertinencia de lo que se enunciará en esta ocasión. Cada uno se expresará a su propio riesgo (este principio está inscrito en los estatutos de la Escuela). No hay “comisión científica”. En psicoanálisis, para Jornadas públicas, ¿quien no sabe que sería ampliamente falso? Para que no lo sea, sería necesario… hacerlo de otro modo. Pensarlo para el futuro, ¿por qué no? Pero esta vez, bastará que no sea todo y cualquier cosa.
Por lo tanto, será necesario un filtrado. Pero me prometo hacerlo tan benigno como sea posible, y dorar la píldora a los eventuales rechazados.

Continúa
JAM: ukase organizativo
En tanto director de las Jornadas aseguraré la confección del programa con el cuartero del directorio: el presidente, F.Hugo Freda; Pierre Naveau, vicepresidente; Francesca Biagi-Chaï, secretaria; y Dominique Miller, tesorera.
Ya he consultado el sábado a este areópago sobre la respuesta para dar a la pregunta oportuna que me planteaba Clotilde Leguil dirigiéndome su proyecto: “¿cuando es el dead line? Hemos convenido dejar un mes a partir de hoy para la redacción y el envío de los textos. En efecto, para acoplar inteligentemente las intervenciones, y elegir el presidente de la sesión que convendrá, nos será necesario disponer de un tiempo suficiente. A parte de eso, ustedes podrán continuar perfeccionando sus enunciados hasta la víspera de las Jornadas (no extenderlo indebidamente… ): nadie va a molestarlos. Por lo tanto:
1- El dead line para intervenir en las Jornadas se fijó el 8 de octubre a medianoche.
2- El texto será enviado por mail exclusivamente
3- El mail deberá tener como asunto, en mayúscula NOViEMBRE.
4- El envío se hará a las dos direcciones siguientes (no a una o a otra, a las dos a la vez) la mía, jam@lacanian.net ; la de Pierre Naveau, pierre.naveau0018@orange.fr
5- El texto en Times New Roman, con doble espacio (como lo está el presente Diario), arriba, centrado, su nombre y debajo, el título
6- será enviado como documento de Word 2004, de formato especial RTF. En el item électronico donde se envia el texto, es decir el ícono del documento tal como aparece en la pantalla cuando el texto está cerrado, pongan como etiqueta su propio nombre (¿soy claro?) Si tienen la gentileza de respetar este estándar, esto facilitará mucho la clasificación rápida del material, y su envío al presidente de la mesa que les corresponda, y que deberá también abrir la discusión. Precisión: se puede ser a la vez expositor y presidente de mesas (no al mismo tiempo, por supuesto)
7- Recuerden, la exposición debe ser leída en un cuarto de hora (tolerancia hasta 20 minutos, pero ni uno más). Entonces, centren sus palabras, reduzcan u omitan las citas de autores, esto no es una enciclopedia, ni un centón, es una flecha

NB. Están previstas 120 exposiciones, 12 en plenarias y 108 en simultáneas. Por lo tanto, pienso mientras escribo, si el número de los textos propuestos y aceptados excede estas cifras, será necesario dejar algunos para otras ocasiones. Puesto que no habrá “noches preparatorias”, podría haber “noches ex post facto” como se dice en inglés, lo que puede traducirse en francés por “retro”, idea a considerar; lo propongo, para el próximo Directorio, surgido del Consejo que será renovado en ocasión de la AG de la Escuela, el 7 de noviembre por la noche (reservada solo a los miembros, claro está)

Si ustedes tienen preguntas para plantear sobre los 7 puntos de este oukaze (se escribe también ukase, o oukase) sírvanse dirigirlos por mail a Dominique, ella tendrá respuesta para todo; domiller@hotmail.fr
En caso de problemas con la inscripción Francesca esta allí: bia.chai@free.fr
Si ustedes desean tener una opinión previa sobre un proyecto de exposición, pueden explicarme su idea en un mail no demasiado largo (dirección al pie)
Si ustedes tienen que quejarse de mí, mi filtro, incluso mi fatuidad, Hugo les prestará una oreja compasiva: hfreda@free.fr
Para poner a la venta publicaciones en la Librería de las Jornadas, tendrán que convencer a Anne, Ganivet-Poumellec: annedg@wanadoo.fr
En caso de dificultades con la recepción de este Diario, o para inscribirse en la lista de envío, contacten Philippe (Bénichou): philelis@noos.fr

NB. En el N°5, que aparecerá hoy, contribuciones de Agnes Aflalo y de Philippe La Sagna.
*N de T: à l´ endroit:juego de palabras entre “en el lugar de” y “en el derecho”

 
Traducción: Silvia Baudini