por Mirta Vazquez

El artículo de Clarín del domingo 30 de abril en ocasión de los 150 años del nacimiento de Freud tiene la audacia de calificarlo "vanidoso, machista y celoso".

Su autor, Daniel dos Santos, agrega, taxativo, que él era así: "contradictorio en la vida y en la teoría" y pretendiendo hacer un elogio escribe: "creó una revulsiva criatura, el psicoanálisis". Toma algunos lugares comunes de la vida de Freud. Por ejemplo "...su cuñada Minna que para algunos fue su fantasía incestuosa", banalizando lo que de acontecimiento tuvo la obra de Freud para el mundo occidental. El artículo titulado Freud, el hombre que espió el lado oscuro de la mente pretende ser un homenaje pero se desliza hacia aquellos aspectos criticados por la opinión general.

El 9 de mayo, en La Nación, Graciela Musachi presenta otra cara de la difusión del psicoanálisis. Desde el título, Sigmund y la alegría, (Freud en alemán significa alegría) la autora nos promete una visión positiva de la invención freudiana destacando la creación de un nuevo lazo social y desbrozándolo de otros existentes hasta el momento.

Asimismo encuentra una respuesta humorística para la "fiebre psicoanalítica argentina", citando al mismo Freud quien se considera "uno de los caballos salvajes de las pampas."

Marco una diferencia teniendo en cuenta que quienes escriben tienen una posición diferente en relación al psicoanálisis porque me parece que hay que estar atentos a los deslizamientos mediáticos a fin de incidir con nuestro discurso en la ciudad.