Enseñanzas de pase [*] | ||||||||||||||||
Hebe Tizio | ||||||||||||||||
El dispositivo del pase enseña pero para mí fue necesario un cierto tiempo para ver las trazas profundas que había dejado. Puedo decir, retrospectivamente, que cambió mi manera de pensar la clínica. Lo que considero la huella mayor tiene que ver con las estructuras clínicas y el síntoma. Por eso el título escogido porque ha sido una enseñanza de pase de la estructura al síntoma para entender que el síntoma permite considerar de otra manera la estructura. 1. El relieve He podido escuchar diferentes formas de contar esa historia y cabe agregar que esto va más allá de las intenciones del pasante. Hay historias con cúmulos de datos, sin realce porque el relieve no es algo que aparece per se sino que es producto de un recorrido. Las hay que se acompañan de un cierto relieve que permite ver que hay una buena orientación pero que se detiene en la construcción fantasmática y esa significación lo aplasta. En estos casos suelen presentarse confusiones con el objeto a como sentido gozado dado que remite al propio cuerpo y se ubica en el fantasma. Finalmente hay alguna historia que analiza el relieve de los decires bajo transferencia analítica y que al mismo tiempo muestra. Esta modalidad del relato implica una enunciación que se separa de la historia y toca algo de lo real. En ese movimiento hay agujeros que producen efectos de pase y logran una transmisión. Dicho de otra manera, el pasante se deja engañar por la historia porque sabe que hay una real en juego y alguna chispa de ese fuego sorprende en el procedimiento. 2. El tejido En esa tela se recortan la marca traumática, la interpretación del inicio que anudó el síntoma analítico y la transferencia, los puntos donde la represión se ha levantado y los bordes del desconocimiento de un real fuera de sentido. Esta historia orientada por el síntoma se agota en su relato para dejar un resto que da cuenta de una pragmática y de la ética consecuente. Por eso es necesario un tiempo de conclusiones después del pase clínico. Es un tiempo didáctico que marca el pasaje del no saber hacer del pathos al savoir y faire con el síntoma. Es, un cambio en el funcionamiento, lo que quiere decir redistribuciones libidinales, cambio de registro del malestar al placer. La idea de que hay que velar por ese funcionamiento porque hay una tendencia que insiste no ha sido abordada por ningún pasante. 3. El funcionamiento En cierta medida el pase verifica las categorías que utilizamos. La estructura no es operatoria si no se tiene en cuenta el síntoma, es más, no van separados porque la estructura no es un previo sino una construcción sobre lo real. El trauma, el síntoma infantil son algunos de los hitos de esa relación entre los registros que se anudan sintomáticamente. Lacan en 1973[4] se refería a esta cuestión cuando decía que el niño está hecho para aprender algo para que el nudo de haga bien. La creencia es el punto en que el síntoma se anuda al inconsciente y es este el tejido que sostiene la posibilidad de dejarse engañar. [5] 4. La variedad Para poner un ejemplo, no es lo mismo pensar la duda, elemento clásico en la neurosis obsesiva, en su fenomenología significante que ubicar los registros que la sostienen y lo que la cortocircuita. De este punto ha salido para mi una enseñanza porque hoy no es tan común en la clínica con jóvenes obsesivos encontrar la duda bien formada. El funcionamiento de la duda es diferente en cada caso, por ejemplo, en un caso la duda se aborta al inicio por una precipitación que transforma la duda incipiente en acting. Otro ejemplo es la presentación del no-Todo del lado femenino, en algunos casos el síntoma opera como un cierto límite a la infinitización y en otros hay un rechazo al síntoma que abre la angustia en su expresión más fuerte. 5. Las condiciones de lo mental Para dar otra vuelta sobre esta cuestión tuve que tomar la definición del inconsciente como una relación complicada entre el cuerpo y lo simbólico. Eso es lo mental que es débil porque no pone en relación directa con lo real. La estructura de lo mental es entonces una construcción en la que los registros se anudan sintomáticamente. Lacan señala que hay que aceptar las condiciones de lo mental caracterizado por su debilidad. Este punto, las condiciones de lo mental, es lo que se presenta como lo singular en cada pasante. De lo que habla cada uno es del síntoma aunque a veces no se ve claramente porque las bases del inicio del análisis no han sido claras. Lacan define el análisis como un "encamina-miento" [7] (chemin ment) porque en las mentiras del camino se enredan los pies. Es un camino de giros y el inconsciente es la cara real de eso en lo que se está enredado. El análisis no consiste en que se esté liberado del "sinthome", sino en que se sepa porqué se está enredado en eso. Lo simbólico es el lenguaje: se aprende a hablar y las consecuencias no son otra cosa que el "sinthome", lo que funciona a falta de un punto de capitón. 6. Elucubraciones Lo que muestra la distinción teoría-práctica es que una cosa es la experiencia y otra la formalización. Esto me ha posibilitado ubicar un cierto desfasaje en la lectura de los testimonios por el aparato conceptual utilizado. Esta dificultad es la prueba de que en el dispositivo del pase siempre se produce algo nuevo. Porque, cómo evaluar la tela de un análisis, cómo ubicar el relieve que va del trauma al síntoma, el pasaje del no saber hacer con eso al savoir y faire como pragmática de la estructura si no avanzamos en la última enseñanza de Lacan. Este pasaje permite entender que la clínica clásica y la última clínica de Lacan son dos momentos de elaboración y que esta última responde a los impases de la primera en la actualidad del siglo XXI. La doctrina del pase como travesía del fantasma ha sido producida en el 67, hoy se trata del funcionamiento de la estructura por la vía del síntoma, de la estructura como elucubración sobre lo real. |
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Notas | ||||||||||||||||
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