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Trauma

La serie, lo serio

Troumanos: invenciones y arreglos singulares

Tiempo de decir[1]
Yasmina Romano

Dos días antes de lo acordado pregunto, sobresaltada pensando que ya era tarde, si ya había empezado la clase del Seminario Diurno[2] que estrenábamos vía Zoom. -¡No! ¡Es jueves!- ¿Y hoy qué día es…?

Una paciente me llama un día antes de su sesión, pero en el mismo horario. Todos desorientados en tiempo y acomodándonos al espacio de nuestros hogares. Como en el film “El día de la marmota”, en los primeros tiempos de la cuarentena, lo sintomático era que todos los días parecían iguales, conformando un continuo sin cortes. Sin embargo, las sesiones empezaron a marcar un ritmo, una vez a la semana, a tal hora “nos vemos”. Pero, ¿qué es lo que nos proporciona la vivencia del tiempo?

En Los trumanos[3], JAM nos dice que “El tiempo es un preocupación de Lacan de manera constante –en el momento de detenerse- pero no solo. Anteriormente, en su escrito Radiofonía, ya había extraído el principio de "hace falta tiempo" para el análisis.” Nos reenvía así al Seminario Momento de concluir donde Lacan dice que “la ausencia de tiempo, es algo que se sueña, es algo que se llama la eternidad, y ese sueño consiste en imaginar que uno se despierta.” Pero aun despiertos “Uno se pasa su tiempo soñando, no se sueña solamente cuando se duerme. El inconsciente, es precisamente la hipótesis de que no se sueña solamente cuando se duerme.”

Algunos analizantes se quejan de cara a la eternidad de su fantasma, que parece aún más inmutable en tiempos de pandemia, para algunos, sinónimo de tiempo de detención. Si el inconsciente cae también del lado de lo eterno, lo fuera de tiempo y el sueño; entonces ¿cómo despertar?

Encuentro una orientación en la pregunta retórica de Lacan: “¿Qué quiere decir decir? Decir tiene algo que ver con el tiempo.” [4]

En El Seminario 21 Lacan aclara que “no toda palabra es un decir, sin lo cual toda palabra sería un acontecimiento, lo que no es el caso, sin eso no se hablaría de “¡Vanas palabras!”. Un “decir” es del orden del acontecimiento (…). [5]

Si el decir en análisis es del orden del acontecimiento, es debido a que “lo que dice el analista es corte, es decir participa de la escritura, (…) equivoca sobre la ortografía.”[6] Eso ya es una escansión, es decir una dimensión temporal. Sólo a partir de que el analista “sueña otra cosa que lo que es dicho, que lo que es dicho con intención de decir, es decir conscientemente”[7] , solo así será posible salir de la rutina.

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel fulgurante “Trauma-síntoma”.Cartelizantes: Griselda Lozano, Analía Rodríguez, Ricardo Seldes, Yasmina Romano. Más Uno: Manuel Carrasco Quintana.
  2. Clínica de las toxicomanías: Inconsciente y goce toxicómano.
  3. Miller. J.- A., “Textos de orientación al XII Congreso AMP: El sueño. Su interpretación y su uso en la cura lacaniana”, en: https://congresoamp2020.com/es/articulos.php?sec=el-tema&sub=textos-de-orientacion&file=el-tema/textos-de-orientacion/20-03-02_los-trumanos.html
  4. Ibidem.
  5. Lacan, J., El Seminario 21, Los no incautos yerran, clase del 18/12/73, inédito.
  6. Ibidem
  7. Lacan, J., Seminario 25, Momento de concluir, Clase Número 3, 20/12/77, inédito.