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Trauma

La serie, lo serio

Troumanos: invenciones y arreglos singulares

Sintraumatizar al Otro [1]
Gabriela Basz

Este escrito retoma la referencia de Lacan presente en Joyce el síntoma acerca del gran escritor del Renacimiento François Rabelais: “Si se sigue un poco la lectura de esta referencia en el Bloch y von Wartburg que comentamos, se descubre que Rabelais hace del sinthome el symptomate. No resulta sorprendente, es médico y symptôme ya debía tener su lugar en el lenguaje médico, pero no es seguro. Si sigo en la misma vena, diré que él sintraumatiza algo.”[2]

Monje de la Iglesia católica, luego médico y con un enorme gusto por la enseñanza, Rabelais tuvo que utilizar diferentes seudónimos debido a la censura sobre su obra. Particularmente las versiones de “Gargantúa y Pantagruel”, esos gigantes glotones cuyas lecturas divertían a sus pacientes melancólicos por su lenguaje escatológico, sexual, perturbador. Censurado, perseguido, acusado de ateo, fue un verdadero conmovedor de los semblantes de su época. Lacan siguió su huella, retomándolo en varias ocasiones. De la cita inicial nos interesa remarcar la transformación de sinthome a symptomate (¡hace del síntoma su partener!), sintraumatizando la lengua. Efectivamente, es Rabelais quien usa sintromatos en lugar de sinthome, trazando la vía hacia nuestro moderno síntoma. Es interesante el cambio de ortografía al que se autoriza (igual que Lacan), lo que hace surgir la dimensión de lalengua en su equivocidad. Ese mismo impacto lo produce su uso de lo grotesco, lo carnavalesco, la risa. Con la risa irrumpe lo imprevisto que permite hacer caer ciertos ideales, lo cómico que desenmascara la rigidez de los semblantes.

En Rabelais un nuevo significante viene a sintraumatizar al Otro del lenguaje. Y, entonces, el síntoma puede introducirse en la lengua. Podemos plantear que Lacan nos propone una vía inversa: “del síntoma al sinthome”. Recupera el término sinthome, planteando interrogar la diferencia entre ambos: “Joyce tiene un síntoma que parte de que su padre era carente, radicalmente carente- solo habla de eso. He centrado la cosa en torno del nombre propio y he pensado- hagan lo que quieran con este pensamiento- que por querer hacerse un nombre Joyce compensó la carencia paterna.”

“Pero es claro que el arte de Joyce es algo tan particular que el término sinthome es justo el que le conviene”[3]. Así surge la pregunta: ¿Un síntoma sinthomatizado es un síntoma destraumatizado?

Agradecemos la imagen a la artista Alicia Leloutre

NOTAS

  1. Cartel fulgurante "Síntoma y trauma". Cartelizantes: Alejandra Glaze, Marisa Morao, Silvia De Luca, Marcela Ruda. Más Uno: Gabriela Basz.
  2. Lacan, J., El seminario Libro 23: El sinthome, p. 160, Bs. As.: Paidós, 2006.
  3. Lacan, J., op cit, p. 92.