Congreso 2010 Congreso AMP Paris 2010 | "Semblante y sinthome" |
||||||||||||||||||
El Debate de la Escuela Una en la EOL N°11 | ||||||||||||||||||
Deseo de Pase “De donde sale el analista es del no todo”. “¿Por qué y para qué hacer el Pase?” Estos interrogantes vinieron del otro, nunca me lo había preguntado pues tenía la certidumbre que el análisis llevaba al Pase. Análisis y Pase iban juntos: un todo. En la otra punta de la curva, analizantes que finalizaban sus análisis y no se presentaban al Pase…las respuestas, una por una, solo pueden mediodecirse. Intentaré la mía para el debate abierto sobre la Escuela Una en la EOL. El Pase es un dispositivo pero también es un significante. Un significante de la lengua lacaniana que fácilmente puede ser metabolizado en el sentido gozado del fantasma, para idealizarlo, rechazarlo, soñarlo, servir al acting out o a la satisfacción del ser de goce en el fantasma por la escisión no efectuada entre a y S (A/).[1] En esa vertiente de “objeto”, el Pase se deja usar. En ese uso más o menos intenso según las Escuelas y los momentos de cada una, puede sentirse que se asume el riesgo… ¿cuál riesgo? ¿qué riesgo se asume? No se trata del sentimiento yoico de estar en riesgo. Al decir de Lacan “¿por qué alguien asume el riesgo loco de convertirse en aquello que el objeto a es”? [2]. Cuando hay certidumbre del fantasma no hay subjetivación del riesgo. Hay mucho sentido en eso, el “colmo del sentido”.Y el colmo del aislamiento en la negación del real en juego en la formación del psicoanalista. Tampoco hay apuesta si no se atraviesa la tristeza del efecto de caída de los “amores con la verdad” y cierto cinismo: hay lucidez pero tristeza y cinismo separan de la Escuela. ¿No es ella una “solución pragmática a la disyunción entre el sentido y lo real”? [3] ¿Qué riesgo asume el que hace el Pase? No “se hace el distraído” y pone en juego una nueva creencia, una creencia sin La mujer como otro nombre de Dios: S (A/), matema que-como dice M. Tarrab- es la “referencia del Pase”. [4] La creencia en el Pase surge de la contingencia, cuando se ha confrontado al “no hay relación sexual”, el que-como lo aclaró J. A. Miller- no es un agujero que fascina ni aspira. [5] ¿Cómo decirlo?: es una creencia sobre un fondo de “increencia”, un deseo de transmisión a pesar de la “mentirosa verdad”, un deseo de compartir con otros “lo que no se comparte”[6] No certidumbre y aislamiento. Más bien certeza del sinthoma, soledad y apuesta. Y también un cierto saber que del real que nos concierne estamos totalmente separados y “jamás llegaremos a dominar la relación entre los sexos porque los pedales están radicalmente perdidos”[7] Asumir el riesgo para “contribuir al saber” [8] porque un deseo nuevo ha surgido-el deseo de Pase- de los restos de ese deseo enmarañado en el fantasma por el cual, hace tiempo, elegimos la Escuela del Pase. Un nuevo deseo que toma su fuerza del puñado de letras del sinthoma, esas que pudieron cernirse de lo real y que empieza a decirse-no todo-a partir de que “un Otro falta”. [9] |
||||||||||||||||||
Notas | ||||||||||||||||||
|