Acerca del pase ficticio y perfecto
Marita Salgado
En “Televisión” Lacan, comienza situando la verdad, no-toda, su totalidad imposible y a partir de esta imposibilidad, su dirección hacia lo real.
Es en esta línea de la verdad no-toda, que se encuentra un señalamiento enigmático acerca del pase, y que quizá el momento actual de la Escuela Una lo descifre, nos dice entonces: “pase ficticio, por formación incompleta: autorizan la esperanza[1] ”.
Es a partir del Debate de la Escuela Una, y especialmente a partir de los Journal des Journées, que comenzó a resonarme dicha frase y sus posibilidades de desciframiento.
Lacan, se refería allí al pase que siempre deja un resto, que esa es su estructura, que no hay el pase Uno, el nec plus ultra que universaliza el pase -sino que cada pase, conlleva su nec plus ultra singular-, y que es justamente, dicho resto, dicha falla, una formación, siempre incompleta, aquello que autoriza la esperanza, en tanto porvenir del y hacia el pase, ya que ficticio, alude a lo ficcional, como lo afirma en el Seminario La ética, “Fictitious quiere decir ficticio, pero en el sentido que toda verdad tiene estructura de ficción. Lo ficticio no es por esencia lo engañoso, sino, hablando estrictamente, lo que llamamos lo simbólico. [2] ”
Este fue el modo en que había leído Televisión hace tiempo, aunque encontré que algunos colegas entendían que Lacan se refiere en ese punto a aquellos pases que no obtuvieron una nominación, que aún hay una formación, un análisis por completar, que falta, que no es el momento de concluir.
En este modo de dilucidar la frase, lo ficticio no se refiere a la estructura de ficción de la verdad, como ligada a lo imposible, sino como “realmente falso”.
En “El pase perfecto [3] ” Miller nos dice que el pase se hace con el goce, “se inscribe, se sostiene sobre el discurso analítico mismo como modo de gozar del inconciente.” “El objeto es despojado del semblante, se recorta en su vertiente real, la falta en ser que lo alienaba en lo simbólico y que el discurso analítico sostenía hace eclipse: le falta pase. [4] ”
“La decisión de cortar en seco como la satisfacción en la impotencia, no deberán ser confundidas con el resorte imparable que eyecta al sujeto fuera del discurso analítico cuando cesa de gozar de la significación del inconciente, y la transferencia.”
Pienso que perfecto, se refiere aquí, no a connotaciones morales, Miller nos habla de conjetura, sino a la concepción de Aristóteles [5] acerca del Placer como acto, placer como perfección del acto, ya que el acto es consumación, es enérgeia, no falta nada en ella: ve y ha visto, vive y ha vivido, es perfección en sí, así nos dice Aristóteles “que el placer se realiza en el instante, El instante es la intemporal temporalidad del acto. [6] ”
Acto se opone a movimiento en Aristóteles, todo movimiento es inacabado, es un proceso, que transcurre en el tiempo, que es potencia. “Sólo es acción (acto) el proceso al que le es inherente la realización de un fin” [7] .
El pase perfecto, que también es ficticio, es decir singular, se sostiene en relación al acto, a la consumación del acto. Miller señala: “Esto supone toda la elaboración previa. Si no, no sería más que un pasaje al acto y no el pase-al-acto-analítico.”
Los fragmentos acerca de los análisis, intentando situar el pathos, que da lugar al deseo del analista, publicados o pensados por los miembros de las escuelas de la AMP, se inscriben en la dimensión del movimiento en Aristóteles, haciendo presente en potencia, en proceso, algo que Lacan señala en el “Atolondradicho”, “que haya decir”, como trabajo de escuela.
El acto sin embargo, se articula en la temporalidad del instante, allí se inscribe el pase, con el dispositivo que pone a la escuela en movimiento, que se deja agujerear por él, “Confesando su ignorancia más que demostrarse sabia, la escuela deberá ponerse a trabajar[8] .” El momento actual de la Escuela Una, demuestra un trabajo sostenido en el movimiento y el acto. |
1- |
Lacan, Jacques, “Televisión”, Autres écrits, Seuil, Paris, 2001 |
2- |
Lacan, Jacques, El Seminario, Libro VII, La ética, Paidós, Bs. As., 1988, p.22 |
3- |
Miller, Jacques-Alain, “La Passe Parfaite”, Conferencia pronunciada en la ECF, en Paris, el 26 de junio de 1993, retomada en junio de 1997 |
4- |
Miller, J.-A., ibid |
5- |
Aristóteles, Etica Nicomaquea. Política, Ed. Porrúa, México, 2000 |
6- |
Maresca, Silvio, Dispar 3, Filosofía y psicoanálisis, “El placer en Aristóteles”, Tres haches, Bs. As. 2001, p. 75 |
7- |
Silvio Maresca, op cit., p. 65 |
8- |
Miller, J.-A., Ibid |
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