| Congreso 2010 Congreso AMP Paris 2010 | "Semblante y sinthome" |
| Boletín AMP-2010 N° 11 |
Entrevista a Mónica Torres La Escuela Una y el Pase 1) ¿Cuál es la relación entre la Escuela Una y cada una de las Escuelas de la AMP? He puesto el acento en la tensión entre lo Uno y lo Múltiple, necesaria siempre para sostener la relación entre la Escuela Una y las demás Escuelas de la AMP. Diferentes tipos de problemas se plantean según de qué Escuela se trate. Nos hemos enterado de los debates en las escuelas europeas. En España, por ejemplo, las autonomías a nivel de la política del país, tal como están planteadas en Andalucía, Cataluña, Madrid, etc., deben encontrar un modo de deslocalizar la consistencia de esas autonomías y a la vez respetarlas, porque, por supuesto, se reproducen los mismos conflictos en las Escuelas. Tenemos el mismo problema en la EBP y en la Nel. En la Nel están representados diferentes países. En la EBP diferentes regiones que tienen también su autonomía. En la EOL quizás la deslocalización se logre al hacer prevalecer la orientación que es Una, la orientación lacaniana, por encima de las múltiples transferencias como prefiero decirlo. Hay que diferenciar las transferencias de los efectos de grupo en su peor versión. O sea hay que favorecer una desidentificación, una deslocalización. Y es la Escuela Una la que garantiza esa deslocalización, esa desidentificación. 2) ¿En qué dispositivo de nuestra Orientación se evidencia más claramente esa deslocalización? Como ya lo dijo Germán García en el Boletín Número 3, el pase siempre es un dispositivo propuesto por Lacan para mostrar la imposibilidad de la identidad del analista. Y yo agregaría: Y por ende, favorecer la deslocalización. La única identificación posible en un testimonio, es la identificación al propio sinthoma. Un modo de preservar esto es que los Carteles del Pase sean heterogéneos. Por ejemplo en la EOL, Eric Laurent, que tiene su práctica en otra Escuela, la ECF, ha representado como más uno la extimidad dentro del Cartel del Pase mismo. Lo hará ahora como miembro del Cartel, pero lo mismo ocurre en las demás Escuelas de la AMP. Hay un miembro de cada Cartel del Pase que tiene su práctica en otra Escuela. Sin embargo, como lo hétero y el universal, se llevan mal, por así decirlo, no se trata de hacer de esta heterogeneidad un universal. Cada Escuela encontrará la forma de encarnar la desidentificación y la deslocalización necesaria. El Cartel del Pase es el lugar donde esta cuestión está garantizada, porque lo que se garantiza es que la singularidad de la enunciación del pasante sea escuchada. A mi modo de ver la heterogeneidad del Cartel, es un modo de asegurar esa escucha. 3) ¿La Escuela Una es la del pase y el pase es de las Escuelas? En ese sentido decía, que el hecho de que el Cartel sea heterogéneo, es decir, cuente en su seno con la presencia de un miembro que practique en otra Escuela de la AMP, asegura que la Escuela Una sea la del Pase. Pero esta puede ser una solución para la EOL, para la EBP y a la vez puede ser que no sea una solución para Cataluña, por ejemplo. La paradoja es, entonces, garantizar la heterogeneidad representada por la Escuela Una y a la vez no universalizar el modo de hacerlo. De manera que cada Escuela encarne esa desidentificación del modo más conveniente para ella. De lo contrario el universal iría contra lo heterogéneo que queremos asegurar. El pase nos plantea siempre estos problemas. Es un dispositivo genial para encarnar lo Uno y lo Múltiple. Se lo debemos a la apuesta que Lacan hizo hace más de 40 años y cuya originalidad sigue vigente. La Escuela Una representa lo éxtimo que legitima lo Múltiple. Cada Escuela debe acoger lo Uno, conservando lo Múltiple. Es decir el rasgo propio de cada Escuela en la coyuntura singular de su política y de su lengua encarna a la vez lo Uno y lo Múltiple y debe resolver la contradicción inevitable entre lo Uno y lo Múltiple. Encuentro en el pase, el mejor tratamiento para este viejo problema. |
