RESONANCIAS
Resonancias de Carlos Dante García / Herem y comunidad
Las crisis del pase son inherentes a toda invención que presenta siempre faltas, agujeros, fracazos. Nos inclinamos a pensar las crisis más del lado de las comunidades ya que ellas con su tendencia al uno de la identificación y el sueño de dominio hacen del pase una ilusión del cálculo común, de la lengua común. El dispositivo del pase no debe ser un tabú. Es indispensable que cada tanto se renueve su disponibilidad libidinal, mediante iniciativas administrativas, revisión del dispositivo y el deseo de analista en cada Escuela
Resonancias de Vera Gorali
El pase a la entrada fue puesto en marcha por Jacques-alain Miller como respuesta a una coyuntura: hacía falta un procedimiento que permitiera incorporar miembros más jóvenes o no conocidos y no sólo a los trabajadores decididos. Hasta ese momento se admitía a quienes mantenían una larga y probada relación con el psicoanálisis que consistía básicamente en las experiencias analíticas y de control, los trabajos clínicos presentados, eventualmente los títulos adquiridos. Durante las entrevistas de admisión se intentaba "deducir" la enunciación. Los más jóvenes o los "recién llegados" quedaban en souffrance, en la categoría de miembros adherentes si la había. Autorizar su entrada en el dispositivo del pase fue, a mi entender, una excelente salida para lo que constituía un vel en la vertiente asociativa.
Si la Escuela hoy manifiesta un deseo de pase invita a apostar al cambio de posición subjetiva que implica ser analizante o analizante-analista (o, en un futuro, a una "humanidad analizante" JAM dixit )
Esta mutación subjetiva, simbólicamente sostenida por una nominación como miembro de la Escuela a partir de un pase que la última enseñanza de Lacan relativiza , permite apostar también a la tendencia a la desidentificación propia de dicha enunciación. |