7 de Noviembre de 2013 | 21:00 hs.
Cuarta Noche de Biblioteca
Presentación de los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller Piezas sueltas
Reseña de Mariela Yern Reseña de la 4° Noche de BibliotecaCon una concurrida asistencia el jueves 7 de noviembre se presentó en el marco de la cuarta y última Noche de Biblioteca del año, el curso de Jacques-Alain Miller Piezas sueltas. [*] En esta ocasión los invitados fueron Gerardo Arenas, María Leonor Solimano y Mauricio Tarrab, quienes fueron convocados para transmitirnos, cuál fue la enseñanza fundamental que este Curso les ha dejado y qué efectos ha tenido en su práctica. Coordinó Mónica Wons.
Wons abrió la velada situando las coordenadas de este curso dictado durante los años 2004-2005, que coincide con el establecimiento y publicación en francés de El Seminario 23 de Jacques Lacan, El sinthome, de modo que hay entre ambos una articulación permanente. Quedó bien situado que el curso es también la interpretación que hace Miller de muchas cuestiones abiertas, inconclusas, de la última enseñanza de Lacan y, al mismo tiempo, refleja el debate actual que libra el psicoanálisis con las políticas públicas de evaluación que pretenden eliminar todo resto de subjetividad.
Arenas –quien tradujo el curso– nos dio pistas de por qué considera Piezas sueltas un "espléndido fracaso", dado que en su idea de "dar prioridad a la contingencia sobre la coherencia", Miller termina por arribar a una "unidad esencial" bajo "la luz de la causa". "Lo que al principio proyectaba como un bricolaje (comentario de El seminario 23, crítica a las TCC, reinterpretación de las fórmulas de la sexuación, exploración del problema del cuerpo), se convierte en un dispositivo plenamente articulado, en un mecanismo de engranajes múltiples". Destacó la similitud entre la obra de Bohyn Yoon titulada Unity (Unidad) que ilustra la tapa, y el libro de Miller. "El artista utiliza en esta obra el cuerpo y la luz. Está formada por una plétora de cuerpos fragmentados que, al ser iluminada desde un único punto, proyecta sobre la pared una serie de sombras", una unidad. Del mismo modo, es el "efecto de luz" que aporta Miller, "la relación con la causa", que le da al libro "integridad y estructura", además, "muestra en acto el modo en que la función del analista en el consultorio se entronca con la función del analista en la ciudad".
Solimano destacó el talento de Miller por hacerse comprender, y el secreto de su claridad que consiste en "dejarle el rasgo singular del decir de Lacan", condiciones de su lectura. En una primera parte Miller se ocupa de esclarecer a Lacan. Nos muestra la función del sinthome como una pieza suelta, también que la coherencia es un artificio y que las piezas sueltas dan a la contingencia prioridad sobre la coherencia. Nos aconseja distinguir la nominación y la comunicación. Si "el nombre del padre es un S1 que nos permite volver legible al goce, Miller nos lleva consigo en la lectura que consiste en pensar el goce sin ese S1 que lo vuelve legible". En una segunda parte nos muestra su combate en nombre de la causa analítica contra la estandarización de lo psi, cuanto más se trate al sufrimiento con protocolos generalizados, más se manifestara la unicidad disruptiva de los pasajes al acto, nos dice. En cambio, "Miller nos propone un modelo con su escala evaluativa de uso único: el Pase, a partir de una huella indeleble dejada por el trauma, que evalúa la eficacia con duración indeterminada de la palabra".
Tarrab –quien escribió la contratapa del libro– destacó el trabajo de reescritura que se requiere para que un curso oral se transforme en libro. Celebró que los cursos de Miller circulen hoy como libros, permitiendo la lectura profunda y con tiempo, a la par que advirtió sobre el problema de la voracidad por la novedad entre nosotros, esa lectura limitada o apresurada al estilo twitter. Este curso muestra cómo Miller lee a Lacan y propuso trazar una vía entre la clase del seminario inexistente y piezas sueltas. "Es el extremo de la reducción del nombre del padre". "Al fin de cuentas Piezas sueltas, las Piezas sueltas que Miller presenta en su curso, nombran el funcionamiento de ese fragmento de escritura, de ese trozo de real que es el sinthome". Destacó también que si bien esta expresión puede encontrarse en Lacan, "en este curso es una expresión sacada de aquel contexto y usada para otra cosa, como una –precisamente– pieza suelta, volviéndola un instrumento para leer el Joyce que Lacan construye en El Seminario 23". Propuso tres piezas sueltas para tener en cuenta: 1) Leer a Lacan, extrayendo pedazos, como piezas sueltas. 2) Un análisis como la experiencia donde se obtienen piezas sueltas, bajo la ilusión semántica de coherencia y unidad. 3) El pase, "si el pase es haber llegado al estado Joyce del síntoma, si no es una salida, los testimonios de los AE, surgen de la urgencia por engarzar de un modo nuevo esas piezas sueltas".
Fue una noche en que cada uno de los invitados nos trajo una pieza suelta de su lectura, esa que extrajo para otro uso. Esa que bajo el signo precioso de la enunciación, nos permitió leer algún fragmento con valor de enseñanza fundamental y algún efecto práctico. En una resonancia que incluyó al propio autor del libro. Miller siempre estuvo presente.
En un clima animado y entusiasta, la noche continuó con un nutrido intercambio y participación de los colegas presentes, "carancheando" lo vivo de las presentaciones.
Y culminó con el ya tradicional brindis, porque la presentación de un libro –eso quedó expuesto– siempre es una ocasión para celebrar.
[*] Traducción: Gerardo Arenas.
Establecimiento del texto: Graciela Brodsky.
Volver a la Noche: Cuarta Noche de Biblioteca
|
|
|