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Entrevista de actualidad 20

Sábado 22 de noviembre de 2008
La Conversación del CPCT-Bordeaux
Extractos
1. Subvenciones y transparencia / 2. Que hay que asociar al CPCT? / 3. Las permutaciones / 4. El buen aire y el malo / 5. La Escuela, una yechivah / 6. El CPCT, prestatario de servicios /
7. ¿CPCT supermercado? / 8. Suprimir la RIM / 9. Un comité de autorización para ser analista

1. SUBVENCIONES Y TRANSPARENCIA
Philippe La Sagna: Lo esencial de nuestra actividad no depende de las subvenciones, y desde el inicio, hicimos un pequeño "comité subvenciones" que no comprendía a todos los participantes. Por el contrario, es verdad que hacemos reseñas para todo el mundo de las actividades de búsqueda de subvenciones y que esto toma tiempo.
Jacques-Alain Miller: ¿Ustedes hacen esas reseñas oralmente o por escrito?
Philippe La Sagna: Lo hacemos oralmente en la RIM.
Jacques-Alain Miller: Me parece formidable hacer reseñas. Que la cosa sea transparente, lo que falta en algunos lugares. Al mismo tiempo, no hay que embolizar el tiempo de la gente con eso. Hay que hacerlo por escrito. Hacer informes como se hace en la Escuela: los miembros llegan a ejercer sobre la dirección un cierto control, que no es evidentemente completo, a partir de los informes. Es un detalle, peor muchas cosas descansan en los detalles. Dejar de hablar sistemáticamente de los problemas de subvenciones en las reuniones para consagrarse al trabajo clínico, me parece lo mínimo. Por el contrario, dar cuenta en los informes anuales, eventualmente por mail. No hay que compartir esto con todo el mundo todo el tiempo.
Philippe La Sagna: Las personas que se ocupan de esto en Bordeaux son siete u ocho de 35. (…)

2. ¿QUÉ ES LO QUE HAY QUE ASOCIAR CON UN CPCT?
Jacques-Alain Miller: ¿Que es lo que hay que asociar con un CPCT? ¿Un Atelier de Psicoanálisis aplicado? ¿O por el contrario un Atelier de Psicoanálisis puro? Con el fin de contrariar algunos efectos inducidos por la práctica en el CPCT. Me parece que falta en París un estudio de los textos fundamentales. No le corresponde hacerlo a los CPCT. Mucha gente absorbida por la actividad en el CPCT descuida formarse en el estudio de los grandes textos. Ahora, el trabajo en los CPCT no fue posible sino por el trabajo anterior de la Sección Clínica del departamento de psicoanálisis, de mi seminario de DEA, donde hacíamos clínica, en efecto, pero siempre en referencia a los textos que nos orientan y que nos dan conceptos para capturar los fenómenos clínicos; y es lo que dio a nuestra clínica un cierto grado de sofisticación. Hicimos eso durante diez años o más, también con conferencias clínicas cada quince días en París, tomábamos dos casos, y discutíamos.
Las reuniones mensuales de los CPCT son las herederas de eso, pero algo se perdió de una generación a la otra –aparentemente, es la referencia a los grandes textos– al menos en París, si lo que me explica Daniela es exacto, como lo creo. Hay que entrar en el detalle, hay que ser exacto porque una vez que se comprende algo que no va, se podrá cambiar las cosas por medio de finas modificaciones, de detalles, no con medidas brutales. Por lo tanto, ¿hay que privilegiar el Atelier de Psicoanálisis aplicado, o hay que modificar la fórmula? Yo he inventado hace dos años la realización del CPCT. Desde entonces, muchas cosas cambiaron. (…)

3. LAS PERMUTACIONES
Jacques-Alain Miller: En efecto es un problema que no haya en París una Sección Clínica asociada al CPCT. Recibí ayer el relato de una persona –que no es Daniela Fernández– y que fue de la primera promoción del Atelier de Psicoanálisis aplicado. Luego, conforme a lo que yo había puesto en marcha, entró como pasante en el CPCT. Ella debía permutar al cabo de dos años. Como me lo explicó, permutó quince días, y luego volvió. Podemos decir que no permutó, que se quedó en el CPCT. El CPCT la amaba y ella amaba al CPCT. Continuó participando de la Sección Clínica durante un tiempo, y luego, había tanto que hacer en el CPCT que dejó de ir a la Sección clínica. Esta es una historia vivida, es simple, todo el mundo comprende. Y tenemos que saber si queremos que esto continúe así y que se amplifique.
Evidentemente, podemos decir: "¡Ah pero si estas personas no van a la caza de subvenciones, entonces no habrá subvenciones!" Entonces, ¿a qué precio queremos pagar nuestras subvenciones? ¿Ustedes no creen de todos modos que nos dan dinero gratuitamente? Por supuesto, tenemos que dar servicio, prestaciones, pero pagamos también otro precio. ¿Queremos pagar las subvenciones al precio de que nuestra juventud psicoanalítica se forme a la caza de subvenciones ante las autoridades locales y regionales y político administrativas? Me pregunto cómo he podido poner esto en marcha. Hay algo que parece estar muy fuera de lugar. Si el CPCT es tan importante para la Escuela, será necesario quizá que lo financie, y que el secretariado de la escuela sirva también de secretariado en el CPCT. No se puede sacrificar a los jóvenes analistas en formación, y medianamente jóvenes, no se puede darles como misión ir a la caza de subvenciones diciéndoles que es así, el psicoanálisis del siglo XXI. Esto me parece un error mayor para el porvenir. (…)

4. EL BUEN AIRE, Y EL MALO
Evidentemente, la inserción en un discurso establecido, no es la vocación del psicoanálisis. Más bien que en el análisis estamos en la síntesis, y más bien que en la desidentificación estamos por el contrario alentando la identificación. Por lo tanto, asumimos ciertas tareas de asistencia social. En todo caso, no hay que pensar que trabajar para insertar un sujeto en la sociedad, es la vía regia de la formación analítica, esto sería difícil de sostener.
Antes, estas tareas existían, eran las mismas que los jóvenes que trabajaban en las instituciones y echaban pestes contra esas instituciones. Entonces venían a respirar el buen aire de la institución analítica, decían: "En fin, cuando estamos en la Escuela de la causa freudiana"; o antes, "cuando estamos en la Escuela freudiana de París, al menos estamos a distancia de esas instituciones que nos emplean, respiramos otro aire". Nosotros tomamos a cargo las obligaciones de las instituciones, y de pronto hemos viciado nuestro aire. En lugar de preservar a la Escuela como un enclave que permite enfrentar el malestar en la civilización –un enclave con su propio malestar, ciertamente, el malestar en el psicoanálisis, que existe también– hemos viciado el buen aire de nuestra estación de montaña, si puedo decirlo.
Antes podíamos decir: "Vengan a la Escuela de la causa freudiana respiren su buen aire psicoanalítico. Vengan a respirar su idealismo informal. Vengan a respirar el hecho de que no tiene en cuenta a nada razonable en la sociedad. Vengan a respirar entre los no condescendientes, lo sin compasión, los inhumanos. Vean cómo es astringente, cómo eso estimula". Ahora, en su lugar, recibimos a los administrativos que nos subsidian, y nos esforzamos por hablar su lenguaje. "vengan a ver que somos como todo el mundo".
Los señalamientos de Gustavo Dessal o de Marcos Mauas, que se refieren a la historia judía, hacen reflexionar: había una tribu, estaba aparte, quiso hacerse reconocer, se disolvió, y fue incendiada, exterminada. El ejemplo es muy excesivo, quizá no del mejor gusto, pero de todas maneras hay que reflexionar, ¿no es cierto?

5. LA ESCUELA, UNA YECHIVAH
En la Escuela freudiana de París, la Escuela de Lacan, no se tomaba en cuenta nada de todo lo que gobierna a la sociedad. Era una yechivah, un lugar consagrado al estudio de los textos de Freud-Lacan, nadie comprendía nada de ello, además de un pequeño grupo que trabajaba conmigo en el departamento de psicoanálisis. Veinticinco años después, puedo decir como yo lo pensaba, era una Yechivah. Hoy, no hay más tiempo para leer a Lacan con todo lo que tenemos que hacer. Allí, llegamos a un límite. Saboteamos la tribu.
Usted no parecen muy convencida, Carole, eso me preocupa.
Carole Dewambrechies-La Sagna: No pensamos para nada en Bordeaux por el momento que la gente no hace más que tareas prácticas. Por el contrario, muchos de ellos van al seminario de la ECF, animado por Philippe La Sagna, que es sobre los textos de Lacan. Además, todos los participantes del CPCT vienen a la Sección clínica y trabajan allí los textos todas las semanas el viernes por la mañana ¡durante tres horas! Quiero decir que eso le toma mucho más tiempo
Jacques-Alain Miller: Lo que yo digo no es sino a partir de lo que he creído comprender del CPCT-Chabrol; y aun estoy lejos de haber entendido a todo el mundo. Estoy persuadido que en efecto, no es así aquí, y usted da testimonio de ello.
Carole Dewambrechies-La Sagna: Lo que usted dice evoca lo que podemos decir de nuestra práctica hospitalaria, que nos toma un tiempo considerable, y que no gustaría consagrar más al estudio. Creo que Bordeaux tiene esta orientación por su proximidad con su DEA, una gran parte de entre nosotros se formó en su DEA y a conservado el gusto por el estudio… Es lo que nos dio ganas en 1991 de abrir una Sección clínica para estudiar los textos de Lacan como usted nos enseñó a leerlos. Esto ha sido verdaderamente algo que, creo, ha sido muy vivo, en Bordeaux, y sigue siendo muy vivo, me parece. (…)

6. EL CPCT, PRESTATARIO DE SERVICIOS
Daniela Fernandez: Quisiera decir algunas palabras sobre las subvenciones porque me planteo la pregunta: si los terapeutas no van a la caza de las subvenciones, ¿quien puede hacerlo? Un gran número de terapeutas deben ocuparse de eso. Al comienzo del CPCT-Chabrol, me acuerdo que empezó a decirse que la Escuela no podría mantener toda la vida el CPCT y que había que moverse. Por lo tanto, en septiembre de 2003, se creó la Comisión finanzas, y empezamos a buscar subvenciones perennes, porque no se quería hacer eso. A nadie le gusta hacerlo. Salvo que no encontramos. Descubrimos que todas las subvenciones son limitadas en el tiempo. Como nuestros tratamientos. Eso dura un tiempo corto, empezamos a correr detrás de las subvenciones. Y luego, lo que encontramos en el camino, es que nos volvimos prestadores de servicios para que nuestros fondos sean estables. Comenzamos a proponer, ya sea supervisiones, o formaciones a la carta a las instituciones. Recibimos pedidos de supervisiones. Al final del primer año, ya habíamos recibido de un CHRS una demanda de supervisión. Dijimos que sí, y continuamos haciéndolo con esta asociación, asociación Aurora. Esto se convirtió en una entrada de dinero estable, No tuvimos que correr más detrás de los financiamientos, incluso si un terapeuta debía desplazarse para hacer estas supervisiones.
Jacques-Alain Miller: … y allí, se transformó como usted dice en prestatario de servicios: poner al saber de Freud y de Lacan, tamizado y retomado por nosotros, al servicio de finalidades muy diferentes. Este estatuto de prestatario de servicios es el que siempre rechacé para las Secciones clínicas. Cuando quisieron hacernos el honor de integrar los cursos de la Sección clínica del departamento de psicoanálisis en un certificado de psiquiatría –eso valía puntos para el certificado– dije: "gracias, pero… no, gracias", porque no quería ser prestatario de servicios para los psiquiatras. Somos mensajeros del discurso analítico. ¿Nos valemos de astucias haciéndonos los prestatarios de servicios? Cuando nos disfrazamos, y llevamos todo el tiempo su disfraz eso termina por pegársenos a la piel. Es el problema. (…)

7. ¿CPCT SÚPERMERCADO?
Jacques-Alain Miller: Por otra parte, en algunas reseñas del CPCT-Chabrol que han sido difundidas y puestas al alcance de todo el mundo, se dice que el CPCT debe ser como un "supermercado". ¿Es razonable? ¿Hay que poner esto en circulación?
Philippe La Sagna: Evidentemente, son facilidades que no tendríamos que tener. Es verdad que es a la vez un riesgo y a la vez, es verdad que en el momento actual, existe el lado ir a buscar su producto sin tener necesidad de encontrar a quien se le hable, si podemos decirlo. Es el principio del supermercado. Usted no pide nada, usted toma un objeto de consumo.
Jacques-Alain Miller: Es muy diferente que ir a buscar su vino a la propiedad.
Philippe La Sagna: Es muy diferente de ir a encontrar al propietario, de escuchar durante dos horas explicar que es el mejor y verse al final conceder seis botellas que parecen un poco averiadas que dejó afuera. ¡Si, por supuesto! (…)

8. SUPRIMIR EL RIM
Jacques-Alain Miller: ¿Porqué hay grupos de control en el CPCT? He sido muy cuidadoso en comunicar a Hugo Freda desde el comienzo: "Es peligroso, hay que tener cuidado con cada persona, cada joven que vamos a poner en la posición de terapeuta." Soy yo quien inventó los grupos A y B, para que en efecto, haya una tutela de la gente confirmada, de los practicantes que tienen una formación psiquiátrica. No eran esencialmente los ex AE los que deberían hacer eso, eran colegas con una formación psiquiátrica sólida. Se trata de asegurar que el joven que esta también bajo la responsabilidad de la institución no haga tonterías, tenga sentido común. Pero ¿por qué esta constante elaboración colectiva? ¿Por qué todo en el CPCT se hace bajo el régimen colectivo? No hay ninguna razón. Existían hace tiempo las conferencias de la Sección clínica. Uno trabaja su caso y hace una conferencia clínica sobre ese caso; otro hace lo mismo, y luego, gran discusión con el público. Me persuado cada vez más que lo que se llama en el CPCT la RIM, la reunión institucional mensual, no tiene razón de ser, porque… ¿que es esa cuestión? Mezcla la gestión y la clínica, y ya eso, es malo. "Mensual", está muy bien, da una periodicidad que no es excesiva, peor que se ponga "institucional", quiere decir que es la gestión lo que manda. Y bien, no. Cuando se discute clínica, no es la gestión lo que manda.
Philippe La Sagna: Históricamente en el CPCT, lo que ocurrió, asistí a ello, es que había dos reuniones distintas, luego por razones de economía de tiempo, las dos se mezclaron. Al comienzo, si Estela se acuerda, había reuniones que hablaban de subvenciones, reglamentos, organización y reuniones de casos. Y luego en un momento dado, la gente se dio cuenta que se mezclaban las dos.
Esthela Solano: El director tomaba siempre tiempo para exponer al comienzo de la RIM, durante 45 minutos, todas las gestiones hechas a derecha e izquierda, y luego, en un segundo tiempo, se discutían casos. Y eso continua siendo así.
Jacques-Alain Miller: Me dije durante la conversación de hoy que esto es un factor especialmente perturbador. La transparencia, es el buen lado de las cosas, pero hay un mal lado; es que relatando todos los meses todas las gestiones hechas, el que gestiona funda su legitimidad en: "vean todo lo que hacemos para traer la plata", para decirlo en buen francés. No es lo que hay que hacer. Sólo se habla una vez de la tesorería, dos veces por año, pero no se hace pesar sobre los miembros todo el tiempo el hecho de que se busca dinero, y que se obtiene una legitimidad en la institución llevando dinero, porque en ese momento, se cambia la naturaleza de la institución. Había dos reuniones, y se las juntó. Esto para mí es iluminante. Es un producto de síntesis, si puedo decirlo. La clínica y la tesorería, no es lo mismo, y en un momento, se dice: "es lo mismo", para ganar tiempo. (…)

9. UN COMITÉ DE AUTORIZACIÓN PARA SER ANALISTA
Carole Dewambrechies-La Sagna: Hay una particularidad en Bordeaux, que puede tener su importancia, es que no hay diferencia entre la categoría de la gente que hace consultas y la categoría de aquellos que hacen los tratamientos. No hay ruptura, puede haber allí una cierta continuidad, un cierto automaton, entre la consulta y el tratamiento…
Jacques-Alain Miller: ¿La selección del paciente?
Carole Dewambrechies-La Sagna: La selección del paciente es menor o más difícil quizá, puesto que no hay diferencia de personas. Para los CPCT, el de París y otros, en los cuales hay un grupo que consulta y otro que hace los tratamientos, un grupo A y un grupo B, eso puede ser diferente. Aquí, son los mismos.
Jacques-Alain Miller: Sí, usted hace la pregunta, ¿a quien debemos comprometer en un tratamiento?, y la pregunta es también, ¿a quien debemos comprometer para dirigir un tratamiento? Y visiblemente, esta pregunta no está formalizada, porque eso representa mucho para alguien el ser autorizado para dirigir un tratamiento. En el exterior se dice; "en el interior del CPCT, hay un comité de autorización para ser analista". Funciona de hecho, a pesar de todas las denegaciones.

Sábado 18 octubre de 2008.

 
Traducción: Silvia Baudini