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Relativos a la AMP - IV Congreso AMP: La práctica lacaniana
Traducción española Nº 5
Dos textos de Graciela Brodsky
Presentación de Papers
Graciela B. al Comité de acción
 
Presentación de Papers

Supongamos, por un momento, que no estamos solos. Que el psicoanálisis no goza de ningún beneficio de extraterritorialidad, que no contamos con el recurso, tan apreciado por Freud, de decir que es dudoso que podamos inclinar a nuestro favor a quienes no hayan pasado por la experiencia.

Supongamos que finalmente el Estado se decide a intervenir sobre el título de psicoanalista más de lo que lo ha hecho hasta ahora, o que la opinión pública nos interroga y no podemos responder, como en los viejos tiempos, que “el doctor está ocupado”.

Supongamos, tan solo por un momento, que una intervención exterior obliga al analista a dar razones sobre una práctica que no se ajusta a los requisitos estadísticos del amo contemporáneo, ni a sus fines utilitarios. (Jacques -Alain Miller contó en su momento que Lacan anhelaba de viva voz una intimación así, y que por no encontrarla afuera se vio llevado a confiar el control de la practica analítica en la propia Escuela).

Supongamos que tomados por el espíritu de la época -como nuestros colegas de la IPA- tenemos prohibido todo argumento de autoridad que nos permitiría citar de memoria a Freud y a Lacan para dar una respuesta.

Supongamos que nuestro interlocutor no es un juez imparcial, como aquel que Freud llamaba en su defensa para abogar por el layenanalysis, sino un observador interesado por lo que el psicoanálisis es y no por lo que debería ser.

Supongamos que no acepta frases hechas, ni el eslogan del “caso por caso” y nos pregunta una vez más en qué se distingue de cualquier otra la práctica lacaniana del psicoanálisis ¿Se trata del estándar, del uso del tiempo, del empleo de la palabra, del manejo de la transferencia, del rechazo de la contratransferencia, del privilegio del síntoma, del cuidado diagnostico, de la posición del analista? ¿Cuál es el rasgo que hace a una práctica “lacaniana”, es decir, reglada por los principios que Lacan enunció?

Supongamos que el Otro se decide finalmente a llamar a nuestras puertas, a molestar el gusto de hablar entre nosotros ¿Qué responderemos? Como argumentaremos para fundar en razón una manera de practicar el psicoanálisis que se aparta de los estándares presuntamente aceptados? Analizarse en otro idioma, en otra ciudad, tres veces al año, una vez por semana, cinco, controlar con el analista, no usar el diván... ¿Qué permite al analista lacaniano estas libertades que otros miran con desconfianza y califican de caprichosas o arbitrarias? Y el público, ¿qué debe saber, qué puede esperar de un análisis lacaniano?

A través de Papers los miembros de Comité de Acción, (Esthela Solano Suárez, Marco Focchi, Jesús Santiago y Ricardo Seldes) dan a conocer sus respuestas en el punto de elaboración en que se encuentran para cada uno de ellos.

Su orientación es interrogar la práctica psicoanalítica tal como se recrea hoy en día dentro de los consultorios de los analistas lacanianos - y fuera de ellos.

Su método es la publicación mensual del avance de su reflexión a partir del rasgo que cada uno eligió para tratar el tema del próximo Congreso de la AMP (Esthela, La palabra; Marco, El encuadre; Jésus, El tiempo; Ricardo, Las indicaciones y contraindicaciones)

Su propósito es iniciar una investigación y un debate en el seno de la Escuela Una sobre la práctica lacaniana, que no por ser sin estándar carece de principios.

Buenos Aires, 29 de septiembre de 2002

 
Graciela B. al Comité de acción

Queridos amigos:

Les hago llegar algunas reflexiones a partir de los textos que recibí.

Me detengo en el primer párrafo del texto de Marco: la distinción entre las reglas regulativas y las reglas constitutivas: unas regulan una práctica ya existente, las otras condicionan la existencia misma de una práctica, como las reglas de los juegos.

A partir de esta distinción, las reglas constitutivas equivalen, me parece, a los principios. Es así como entiendo que en su primer texto Marco diga que para contrarrestar las desviaciones de Ferenczi y Alexander, en un primer tiempo el standard fue la manera de reconducir el psicoanálisis a los principios freudianos.

Tomo entonces a modo de ilustración la regla fundamental, que me permite pensar tres modalidades de la relación entre los principios y las reglas.

Primer caso: la regla es equivalente al principio (las reglas constitutivas) La siguiente referencia que tomo de Lacan en Variantes de la cura tipo va en esta dirección: "Este es el fundamento mismo del principio que indica que todo analista debe haber sido psicoanalizado, principio tan asegurado que se lo puede considerar, con Ferenczi, la segunda regla fundamental del análisis "

Segundo caso: la regla permite que se cumpla el principio: Es la dirección de los dos textos de Jesus, donde la imposibilidad de fijar un tiempo cronológico a la sesión es una regla que responde al principio temporal del Icc y a la propia transferencia como "inmixion del tiempo en el saber".

Como ejemplo de esta segunda variante, tomo el conocido párrafo de Lacan en la Dirección de la cura: "Esas directivas [la regla fundamental] son planteadas bajo la forma de consignas en una comunicación inicial que hasta en la inflexión de su enunciado, vehiculizan la doctrina del analista en el punto en que se encuentra para él".

Tercer caso: cuando al regla contradice al principio. Se divide en dos

a- Ejemplo: el estándar de los 50 minutos contradice el principio temporal del Icc. (véase Jesus).

b- Ejemplo: "la regla fundamental se opone al principio del placer en tanto pide al que nos solicita ayuda que haga al menos un esfuerzo" J.L. Lettres de la Ecole Freudienne nº 24.

Como se ve, el caso a es completamente distinto del b.

El b, por ejemplo, es el que permite pensar que el acto analitico va contra el inconsciente (véase JAM. La interpretación al revés).

Pienso que esto último se enlaza bien con lo que trabajó Esthela sobre la interpretación contra el sentido gozado. En esta direccion encontré un párrafo de Lacan que me interesó especialmente porque articula palabra, regla y repeticion: "La regla del juego de la palabra es que solo escuchamos lo que estamos habituados a escuchar: es lo que llamamos censura"

Ahora veo que el tema que eligió Ricardo abre toda otra serie de consideraciones, porque ya no se trata de la articulación de los principios con las reglas, sino de los principios con las indicaciones (y contraindicaciones). Es un tema que va muy bien con psicoanálisis aplicado.

Leeré con atención los comentarios de ustedes, si quieren hacermelos llegar

Un abrazo

Graciela