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La Escuela
Asamblea y Congresos Ordinarios

XXIX Asamblea Ordinaria de la EOL
 

Palabras Directora saliente: Diana Wolodarsky
29 de noviembre de 2019

Queridos colegas, Queridos Angelina y Jésus, Uds han estado presentes cuando este Directorio tomó su función. Me alegra que estén aquí también hoy compartiendo esta Asamblea y un nuevo paso de permutación.
Por supuesto saludar la presencia entre nosotros de Eric Laurent, quien acompañó desde la AMP y como éxtimo, muchos momentos de la EOL. Sabemos que su viaje tiene una connotación muy importante para el psicoanálisis de la orientación lacaniana: recibir el reconocimiento por el Doctorado Honoris Causa, que le otorga la Universidad Nacional de Córdoba.
Nos da gran alegría, y estaremos muchos de nosotros, acompañando tan importante acontecimiento.
Las palabras de entrada y salida siempre resultan inquietantes…al menos para mí, así es.
Volví a leer las palabras del momento en que asumí como Directora; coincido con cuestiones allí planteadasy que junto a los cuatro secretarios, hicimos pasar de propuestas a hechos.
El Directorio y los dos Consejos de los cuales participé (en tanto miembro ex - oficio), cada uno de ellos con permutaciones de miembros y diferentes estilos, se orientó en un tratamiento posible a los reales que la época va lanzando y ante los cuales nuestra Escuela no permanece ajena. Al tiempo que debe sostener la lógica del no- todo, de la inconsistencia y hacer oír la acción lacaniana.
Desde esta perspectiva se orientaron las políticas de las Secretarías, las Publicaciones, los medios de difusión virtuales. Las Jornadas Anuales y las de Carteles.
Así fue que propuse llamar en ese momento a nuestro plan de trabajo para dos años: “Una política de borde y relieve para la Escuela”.
De ello resultaron:

  • Las Noches del Directorio, sostenidas en el curso de Miller Un Esfuerzo de Poesía.
  • El producto de trabajo de las Publicaciones:
    • De la COL: conducida por Paula RodriguezAquarone.
    • De Virtualia: por Alejandra Breglia.
    • Del Caldero online e impreso, por Mónica Gurevicz.
    • De Lacaniana, la revista de Escuela: por Débora Rabinovich.

Con un trabajo de intercambio entre las directoras responsables y al mismo tiempo, imprimiendo cada una un rasgo distintivo.
Tomarán el relevo: Patricia Moraga por Lacaniana, Ruth Gorenberg por la COL (como adjunta Débora Nitzcaner), y por Virtualia, Liliana Zaremsky.
El Caldero de la Escuela, como Uds. saben, queda en manos del secretario adjunto, en este caso: Alejandra Breglia.
Aprovecho para felicitar al próximo Directorio Adjunto compuesto por: Gabriela Camaly (Directora), Alejandra Breglia (Secretaria), Lucas Leserre (Carteles) y Virginia Notenson (Biblioteca).
Lo mismo puedo decir del enorme y permanente trabajo de los responsables de las Redes: Eugenia Serrano, M. Eugenia Cora, Guillermo López respondiendo a las políticas orientadoras y creando modos de difusión acordes a las contingencias.
Toman la posta: Silvina Rojas por EOL Postal, M. Ángeles Córdoba por Facebook, Ivana Bristiel por la página web.
También es de destacar la iniciativa de los responsables de la Red de la EOL: Lisa Erbin, Mirta Berkoff, Ana M. Zambianchi y Daniel Aksman quienes junto al Consejo Plenario y un miembro del Consejo Estatutario, en un trabajo conjunto, logramos actualizar el Reglamento Interno, el cual databa del año 2008.
Quedaron en el tintero algunas propuestas. Dos años es mucho y a la vez poco tiempo para hacer lugar a la diversidad vital en nuestra Escuela, en términos de saber y transmisión ofrecidos al trabajo.
Diré algo sobre las Noches del Directorio:
Cuando decidimos llevar adelante el curso Un esfuerzo de poesía, lo hicimos con el ánimo de propiciar un trabajo de conversación sobre ciertos ejes que dieran cuenta del lugar dela política del psicoanálisis en la actualidad, y de la incidencia de las políticas ciudadanas y del mundo en nuestro discurso.
Se avanzó de una manera muy lúcida en intensos debates de cuatro noches. En una de ellas, se hizo lugar a un término muy presente y al mismo tiempo silenciado: ‘grieta’.
Presente y silenciado remite a la pulsión. Y sabemos del tratamiento posible en una Escuela-sujeto: la conversación. Permitió localizar y desplazar (al menos por algún momento) el carácter cristalizado de tal significante, para reinstalar su uso práctico.
La transmisión que Miller hace en el curso propició las singulares intervenciones de esa noche, dando cuenta de la grieta no como aquello que separa y divide, sino, como la localización del agujero mismo. De allí tratarlo como borde y saber hacer con el empuje a llenarlo de sentidos. Lo cual confluyó en el debate acerca del analista y sus posibles identificaciones o desidentificaciones.
Queda como testigo y huella de esta apreciada actividad, la impresión en un libro que hemos titulado: Formación del analista: un esfuerzo de poesía.

La EOL está recuperando la posibilidad de hacer pasar lo silenciado que resonaba en el cuerpo Escuela a un esfuerzo compartido por un bien decir. Así dieron cuenta las dos Noches llevadas adelante por la Comisión de la Garantía, no desde una posición de saber, sino, de querer saber que espera la Escuela hoy de un AME. Ambas noches están desgrabadas y quedan a disposición en Biblioteca en un dossier impreso.
El empuje y las presiones desde dentro y desde fuera de la Escuela son muy fuertes a la hora de responder a los acontecimientos, y exige de parte de las instancias -sin duda- y de todos los miembros, estar advertidos. No perder de vista que somos ‘una’ de las piezas que componen la Escuela Una, aquella en la cual convergen lassiete Escuelasde la AMP.
Implica no perderde vista el objeto, lo que obliga a dejar en suspenso nuestras convicciones personales y leer el real en juego. Sabemos que conformamos un conjunto de soledades, y no damos cuenta de un inconsciente colectivo.
Dónde esta el psicoanálisis, dónde están los psicoanalistas no es pasible responder desde una definición unívoca.
Los tiempos actuales han confrontado a las instancias a pensar qué conviene al psicoanálisis, a qué contribuye o no alguna manifestación, lo oportuno o desafortunado de las mismas.
No ignoramos que es complejo, y no siempre se logra formular lo que quisiéramos manifestar como Escuela sujeto.
Esto no exime de ninguna manera la responsabilidad por las decisiones que cada vez tomamos desde las instancias. Por supuesto que las palabras y los silencios, son decididos cada vez. No sin tensiones o malestares, con el esfuerzo de argumentar y fundamentar a fin de que no sea el capricho personal lo que decida.
Prevalece allí la orientación por la AMP y la Escuela Una.

Me retiro de esta función muy distinta a como entré.
La dimensión simbólica, imaginaria y real de la EOL se han hecho tangibles con todo su peso.Es enorme la maquinaria que mueve y sostiene nuestra Escuela. Su arquitectura física, de saber y agujeros por los cuales luchamos contra la tendenciaa suturar.
Llevamos en 28 años, mucho cultivado que no debemos descuidar. Hay una fuerza joven y pujante que sabe hacerse lugar y que contribuye al espíritu de Escuela de Lacan y de Miller. Podemos convivir con lo nuevo y lo que de la historia traemos.
Y hay que hacerlo convivir con lo real de la época, con los nuevos malestares en la cultura – si bien sé que el término malestar es muy precario para nombrar lo que sucede hoy en el mundo-.
Entré al Directorio a una función mal llamada de ‘gestión’, y salgo proponiendo que consideremos el paso por estas funciones como instancias de formación analítica.
Nos conminan esos lugares a poner en acto lo que cada uno ha alcanzado al momento, el tratamiento de su subjetividad, fundamentalmente.
Está lo institucional y esta lo analítico. Y resguardar que lo institucional no devore lo analítico es tarea permanente.

Para finalizar
Gracias a los cuatro secretarios con los cuales, sin haber compartido espacios de trabajo antes, supimos conformar un cuerpo cuando así lo requerían las circunstancias.Supimos sortear entre todos algunos tropezones y lograr bastantes aciertos.
Cada uno con su estilo supo hacer pasar su pasión y su deseo decidido a su función. Cada uno solo, pero totalmente dispuestos a auxiliar a quien sabíamos podría estar superado o desbordado por contingencias variadas.
Un equipo solidario y generoso. Advertido, y también divertido.
Con coraje.
A cada uno mi enorme agradecimiento, y en nombre de cada miembro de la EOL.

A Cecilia, quien supo manejar con firmeza y temple las vicisitudes económicas en cada momento. Llevando a un buen punto las finanzas de la EOl y el compromiso de los miembros a través de sus contribuciones: tanto con la Eol como con la AMP.
Así como su capacidad resolutiva ante los eventos variados que fuimos realizando.
A Leticia, malabarista de agenda y filtradora de demandas múltiples, las cuales permitieron que leyéramos analíticamente la distinción radical: entre demandas ‘singulares’ o de ‘excepción’, que habitan nuestra EOL.
Un agradecimiento muy especial a ambas por ser sostén permanente de mi función.
A Nicolás, quien hizo de la Biblioteca un lugar creativo, lleno de propuestas.
Supo enseñarnos a hacer un buen uso de la misma, a meternos por rincones desconocidos a través de la pantalla.
Las Noches resultaron de sumo interés para tratar cuestiones de narcisismo y segregación.
A Walter, por acompañar y propiciar que el órgano de base de Escuela sea legible en las innovaciones del Catálogo de Carteles. En poner a discusión y hacer pensar al Consejo la necesidad de cierto grado de renovación en los modos de elección del Más Uno.
Cada uno de ellos supo conducir a sus colaboradores en un trabajo enorme que demanda el ritmo de la EOL. Un agradecimiento a ellos, quienes trabajan desde un lugar menos visible pero sustancial.
Gracias a los Directorios de las Secciones por su disposición e iniciativa.
Es muy importante mantener el lazo y el intercambio.
Gracias a los incondicionales secretarios de la EOL: Norberto, Darío, Nahuel, Ezequiel y Nicolás.
A los buenos vecinos:

  • de Pausa, que puerta comunicante por medio, la abrimos para invitaciones de espacios de trabajo compartido
  • Del ICdeBA, con quienes no solo compartimos la economía de la Escuela, sino fundamentalmente, una orientación decidida en la formación de los analistas.

Personalmente, fueron dos años intensos. Luché conmigo para ser lo menos idéntica a mí en lo posible, en no sucumbir a la aspiración de las identificaciones que no siempre se quedan quietas. Podría decir que estuve en un despertar casi continuo.
Gracias a quienes confiaron en mis lecturas y propuestas, a quienes me soportaron en la diferencia.Y también a quienes no me soportaron. Es parte de este ejercicio de formación permanente.
Mis buenos deseos a todos quienes continúan en las funciones y a quienes las asumen.
Al nuevo Director: Fernando Vitale y al nuevo Directorio.
Al presidente electo: Daniel Millas, quien toma la posta para seguir trabajando con los miembros del Consejo. A todos ellos mi agradecimiento por el tiempo compartido.
Y un deseo mayor: que avancemos en cultivarlas diferencias sin descuidar que nuestra Escuela es la voz de la orientación lacaniana de Miller.La EOL es nuestra presencia ante otras terapéuticas alternativas al psicoanálisis, las cuales desarrollan una gran potencia en la actualidad.
Por ello es tan importante acertar en nuestros decires como en nuestros silencios.