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La Escuela
Asamblea y Congresos Ordinarios

XXVIII Asamblea Ordinaria de la EOL
 

Discurso del Presidente entrante: Guillermo Belaga
7 de diciembre de 2018

Queridos colegas,

Es un honor poder ocupar la función de presidente de la Escuela de la Orientación Lacaniana, mas aun luego que Jacques-Alain Miller abrió un antes y un después, cuando el 11 de junio de 2017 propuso un nuevo tiempo que llamó “Campo freudiano, año cero”.

Sin dudas, para las Escuelas del Campo Freudiano significó el inicio de un período crucial y conmovedor.

Les recuerdo como comienza ese texto de Miller: “¿El psicoanálisis terminará por rendir las armas frente a los impasses crecientes de nuestra civilización, como Lacan lo evocaba un día de depresión o de cólera mientras que los notables de su Escuela, la Escuela freudiana de París, se rehusaban a avalar su Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela?"

Como sabemos la EOL especialmente, a partir de esta frase y del significante año cero, se encontró frente a una interpretación.

A partir de ese momento en el Consejo se inició una práctica de la conversación, encabezada primero por Gustavo Stiglitz, y luego continuada por Leonardo Gorostiza, los dos presidentes que me han precedido, a cuya tarea quiero dejar expresado mi reconocimiento.

Estas coordenadas de la conversación fueron mencionadas por J.-A.Miller en 1999 en un Seminario de Investigación que se llamó: “Introducción al post-analítico”. Ahí, nos llevó a trabajar con lo que Peirce llamaba “the powering of guessing right”, la capacidad de adivinar, que formula en el concepto de abducción.

La misma se trata de un adivinar que se fundamenta sobre el hábito lingüístico, sobre la costumbre de un uso del lenguaje.

En el mismo se pone en juego un vínculo social, donde se abduce que algo podría ser de tal manera o tal manera, donde hay una organización del dato que implica un cierto número de exigencias racionales, compatibilidades, jerarquización, ordenamiento entre trazos de detalles y trazos de estructura, hasta que la sedimentación permite el salto de la abducción.

Quiero destacar esta práctica de la conversación. Por momentos logró ese campo de la “realidad transindividual del sujeto", propia de la Escuela-sujeto.

En este punto también quiero agraceder el tener la oportunidad de haber compartido con Osvaldo Delgado y Aníbal Leserre, en este tiempo en el Consejo. También, a Luis Tudanca quien participó activamente durante el 2017 como Director de la Escuela. Sus aportes en ese nuevo tiempo lógico de la Escuela, fueron muy importantes.

Para los que proseguimos en el Consejo, ya en el tiempo de comprender, queda continuar la apuesta inédita de eso que Miller llama “un nuevo comienzo, un cambio, una transfiguración, una aufhebung según el término de Hegel (…) "Todo comienza sin ser destruido para ser llevado a un nivel superior".

En este sentido “La psiquiatría inglesa y la guerra” es un texto que me orientó, un antecedente del modo en que Lacan pensaría su Escuela.

Así, Lacan comienza su conferencia describiendo la disolución del estatuto moral de Francia, y oponiendo a esto la “relación verídica con lo real” del pueblo inglés, como la razón de su victoria.

Subrayando de esta manera que el estatuto ético de sujeto se enfoca por su relación con lo real.

La intervención se va a centrar en el elogio a la invención de Bion y Rickman en relación a su trabajo del grupo “sin jefe”, en el acento que se puso en la identificación horizontal, llave de la cohesión, sobre que es preciso actuar, independientemente de la “identificación vertical” al Jefe. Dado que el grupo obtiene así: “una cierta homogeneidad que se considera como un factor esencial de la moral”.

De esta manera, describe una temporalidad lógica, de como Bion organiza a los sujetos en pequeños grupos: primero, que tienen como condición el tener un objetivo, y después lo “fuerza del grupo a tomar conciencia de sus dificultades de existencia como grupo”. Para luego, “hacerlo cada vez más transparente a sí mismo, hasta el punto de que cada uno de sus miembros pueda juzgar de manera adecuada los progreso del conjunto”.

Este punto, de la transparencia en estos dos años nos ha guiado para repensar los tres dispositivos principales de la Escuela: Admisión, la Garantía y el Pase, en el modo en que funcionaba hasta el 2017, y como repensarlos como efecto de esa interpretación a La Escuela.

Entonces conviene retomar la mención a la Proposición del 67 para pensar la lógica colectiva, a partir de la decisión de Lacan de suprimir en su Escuela el título de analista didacta, lo que efectivamente reubica los grados y jerarquías. Así haciendo uso del grafo Lacan inscribe al AP y AME en el primer piso del mismo en el sentido que va de A a S(A) y mientras que el AE le corresponde en el lugar al matema de S( A/),en el segundo piso.

En este sentido, en la última noche del pase los tres AE en funciones dejaron una enseñanza sobre este punto mostrando que: admisión, garantía y pase, no se pueden pensar por separado.

Así, Elena Levi Yeyati distingue dos momentos de entrada a la Escuela. Cito: “1) cuando solicité la admisión en los inicios del análisis. El acto formó parte de la estrategia de la neurosis de transferencia (en su vertiente amor-odio): reafirmación pública de la alianza con el partenaire-analista (AME) y apertura de un más allá posible; 2) solicitud del dispositivo del pase de la Escuela como modo de resolución de la transferencia con el analista y de apertura al postanalítico (con uno y otra)”.

Por su parte, Angélica Marchesini, decía: “la Escuela es un ser ambiguo que tiene alas analíticas y patas sociales. La salida del análisis es una experiencia que implica una articulación entre clínica y política y “la experiencia de la Escuela es susceptible de ser psicoanalizada en tanto es un hecho de transferencia”[1].

Finalmente, Fernando Vitale afirmaba lo siguiente: “Que solo Hay el Uno y no hay el Otro no significa que el discurso analítico -más allá de los medios de que se vale para atrapar los cuerpos- no sostenga el territorio de un Otro goce que no se reduce al objeto a. Eso que se siente aunque no tenga prueba lógica de existencia, nos da quizás la clave de por qué es el único lazo social cuyo agente no apunta a otra cosa que a la producción de su propia destitución”.

Asimismo, el Consejo en este tiempo se encontró pensando en estos dispositivos retomando una conversación necesaria con la AMP.

Así, en la Admisión dispusimos una serie de variaciones en el dispositivo, me refiero a la comisión ad-hoc del Consejo como éxtimo de la secretaria encargada de la misma, que permitió ganar en precisión y formalización de los pedidos siguiendo el trípode Clínica, Política, Episteme y los criterios de homologación de la AMP.

En el dispositivo del pase, también hubo que pensar primero la modificación del colegio del pase que a consecuencia de la crisis de los carteles del pase del 2005, mantenía una composición “ampliada” que dificultaba el inicio de una conversación del pase, que requiere siempre cierta reserva y cuidado.

La aprobación de un colegio del pase, solo integrado por aquellos que han estado involucrados en dispositivos- carteles, secretariado, AE y exAE – permitió avanzar en el nombramiento de pasadores directamente, por los AME, lo que implica un cambio significativo con respecto a como ha funcionado hasta ahora.

Esto sin dudas, involucra la garantía, es un tópico fundamental para definir el titulo de AME. Así, en los tiempos que vienen, cual jano, el AME no solo mirará a la Ciudad pensando en la incidencias políticas del psicoanálisis, sino también al nombrar al pasador sostiene efectivamente el pase, una decisión que también implica empujar al analizante hacia el fin del análisis.

Lo dicho, hasta aquí, no solo tiene carácter de balance de lo hecho en el Consejo y por supuesto mi compromiso de seguir en esta aufhebung, sino que intento hacer una descripción de la tensión permanente que hay en la Escuela entre los dos Discursos que distingue Miller en su “Teoría de Turín acerca del Sujeto de la Escuela”: uno ligado a la alienación subjetiva al ideal, que denomina “discurso masificante”, basado en la sugestión. Un segundo discurso, al que Miller llama: interpretativo y desmasificante

En este sentido pienso que el Consejo debe estar atento a los fines de dar el mejor tratamiento a esta tensión presente en la vida Escuela y sus Secciones.

Al respecto, en el final de la Proposición de Octubre, se puede comprobar como para J. Lacan, la segregación, en lo que respecta a la formación del analista y el final de análisis, es un problema crucial.

Ahí, se puede leer como al modelo freudiano de la Iglesia y el Ejercito, agrega el sujeto supuesto saber, en lo que respecta a las identificaciones imaginarias en la estructura del grupo. Es decir, el discurso masificante que hacíamos referencia.

En este punto, encuentro también que el lugar en que sitúa Lacan al AME es clave: puede quedar su accionar circunscripto al circuito inferior del grafo o decidir el paso al circuito superior del mismo.

También, en esta misma línea, en el Consejo hemos mantenido reuniones con la Dirección Ejecutiva del IOM2, sobre la necesaria delimitación y distinción entre Escuela e Instituto, teniendo en cuenta como ha dicho J.-A. Miller, que el crecimiento no vendrá por las Escuelas, sino por el Campo Freudiano.

En este sentido, las coincidencias en cuanto a los obstáculos y por lo tanto el encuentro de soluciones, por parte del IOM2 y el Consejo, mas la decisión mantener consultas y un intercambio permanente, es una perspectiva alentadora.

Otro punto importante, es la coordinación con FAPOL, específicamente los Observatorios: tenemos algunos interrogantes, sobre su rol, hasta donde pueden brindar una enseñanza que no se superponga con las funciones del Instituto del Campo Freudiano.

Seguramente, considerando que es una Federación de tres Escuelas de America, cuestión que ya implica un tarea de una gran complejidad tendiendo en cuenta las lógicas colectivas y los matices locales de cada una -de la NEL, de la EBP y de la EOL- hace que propongamos una conversación permanente, a los fines de colaborar con la gestión de FAPOL.

En este sentido, durante el año 2019 tendremos el ENAPOL para el que trabajaremos para asegurar su éxito.

Igualmente, siguiendo el compromiso tomado con la AMP, estaremos atentos a los requerimientos de la Dirección ejecutiva del Congreso 2020, esperando colaborar para resulte un verdadero acontecimiento para el psicoanálisis de la orientación lacaniana.

Por otra parte, seguiremos intentando incidir en la política en relación al par salud mental / neurociencias, y en todo lo que respecta al autismo. En un punto donde el discurso universal de la ciencia y el discurso universitario, parecen compartir los mismos significantes amo de la época: “eficacia” y “rendimiento”. El amo se verifica en la ideología de la evaluación, en la estandarización y regularización del saber.

Al respecto, agregaría como Lacan al final de su texto sobre la Psiquiatría Inglesa y la Guerra introduce el tema del superyo. Lo hace a partir de un detalle histórico y judicial fundamental: en Inglaterra, incluso en tiempos de guerra, jamás suspendieron el derecho a la objeción de conciencia, es decir el derecho a decir: No! A diferencia de Francia, en donde sí la suspendieron.

Esto lleva a Lacan a tomar posición sobre este punto donde señala que no hay ningún peligro racional en la no suspensión de ese derecho sino mas bien lo contrario cito: “no es por una demasiado grande indocilidad de los individuos que vendrán los peligros para el porvenir humano. Esta claro desde entonces, que los obscuros poderes del superyo se coaligan con los más cobardes abandonos de la conciencia para llevar a los hombres a una muerte aceptada por las causas menos humanas y que todo lo que se presenta como sacrificio, no es por ello mismo heroico”.

Es decir, para Lacan el peligro no esta en la indocilidad, mas bien el peligro viene de la docilidad humana. Esta será la orientación frente a las manifestaciones del superyo de la época.

Para ir concluyendo, hace dos años -luego de la Asamblea de la Escuela- fuimos a cenar con amigos. Se sabe: cada cena, cada reunión, tiene algo de irrepetible. Esto lo digo porque la cena de esta noche tendrá una ausencia irremediable.

Quiero recordar así a Alejandro Daumas. Con Ale Daumas teníamos una amistad que no tenía que ver con lo homogéneo del “nosotros”. Sino, que mas bien la amistad con Daumas estaba en compartir cierto gusto por la ironía; era un instante, una lectura, que nos divertía mucho.

Para finalizar, tengo el recuerdo vívido del Teatro Cervantes en el momento de la Fundacion de la EOL, muchos de los que estaban ahí están hoy acá tan decididos por la causa analítica como entonces; pero otros ya no. Empezando por Judith Miller, de quien se cumple un año de su fallecimiento y a quien debemos mucho de la existencia de la Escuelas de Campo Freudiano. Pero también quiero mencionar a Javier Aramburu, a Linda Katz, a Oscar Sawicke, Frida Nemirovsky y a Ricardo Nepomiachi. Ellos formaban parte de los grupos de Buenos Aires y Córdoba que optaron por ceder algo de su goce en función de la concreción de una lógica colectiva que permitió el anuncio en ese mismo momento, por parte Jacques-Alain Miller de la creación de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

Queridos amigos y colegas, los invito a comprometerse con esta épica para que la Escuela como decía Lacan sea "una base de operaciones" que apunte a la vez a reconquistar el Campo freudiano y triunfar sobre los impasses que amenazan la existencia misma del psicoanálisis.

Muchas gracias!

 

NOTAS

  1. Miller, Jacques-Alain, “La doctrina secreta de Lacan sobre la Escuela” (2000), El Caldero, Política lacaniana, 24, EOL, Buenos Aires, 2015, pp. 2-5.